Hoy

Hoy te sentí mil veces.

Por detrás, recorriendo mi espalda.

Delante, frente a frente.

Tu mirada, implantándose en mi piel,

desnudándome,

dejándome al descubierto.

Sin nada que esconder.

Hoy te sentí leve.

Aliviado en ocasiones.

Con una chispa de preocupación.

O tal vez atenuado.

Hoy ya nada es lo mismo.

Hoy todo cambió.

Hoy fue un adiós,

ahora dicho a medias

Hoy ya no me quieres,

¿cierto?

Ahora podré mirar a través de ti.

El espejo mostrando el fantasma,

el fantasma herido,

herido de amor.

¿Lo ves ahora?

Transparente, como el agua.

¿Qué esperabas de alguien

capaz de encadenar a otra persona?

Soy el posesivo en todo su dominio.

Un dominio marcado de besos,

que son silencios.

Y silencios armónicos,

fruto de miradas al alba

y a la noche estrellada.

Estrellas reflejadas de luces.

Fuegos, el fuego de un nosotros.

Un dominio marcado de susurros,

de lo que me cuentan las hadas

y lo que realmente dijiste…

E hiciste.

Y las paredes son las testigos,

testigos de las historias de esa habitación.

Las tormentas dicen que...

El agua fluye. No para. Cae de las nubes, allí en el cielo, nubloso, con furia, con efervescencia, con tristeza tal vez... Cayendo, sin nadie que se pregunte porqué se cae hacia abajo y no hacia arriba. ¿Será porque al igual que las lágrimas deben de ir a la tierra fría, donde crecen las flores que son para los muertos, y no para los vivos?

La habitación no ayuda mucho, me gustaría tener algo más de silencio. Siempre rodeada de gente que piensa que estoy bien... y mal, que nada me importa y a todo le doy importancia; que soy fuerte y débil a la vez; que soy tonta y a lo mejor algo lista. Porque soy la ambigüedad en persona.

Soy desesperación y paciencia. Soy alguien pequeña y grande. Soy fría y soy amante. Soy todo y nada. La que todo siente y nada muestra al mundo. Muda, y tal vez sorda en ocasiones. Ajena al tacto de pieles conocidas. De olfato creado a base de memorias. De vista evocativa, o de vista que se gira ante los daños. De gusto forjado de besos y palabras nocivas... Otras veces honestas.

Me caigo ante las adversidades y me dejó llevar demasiado a menudo. No hago más que postrarme ante el mal y decir: “Aquí estoy, soy toda tuya”.  Y sigo el camino aunque no paren de golpearme, porque por muchas palizas que reciba sé que seguiré firme, aceptándolo todo como llegue, sin hablar de mis sentimientos, o de las huellas que dejaron en mí y los pesares que callo.

La mayoría de las veces, no quiero hablar de mí, lo evito, la primera sandez que pase por mi mente la suelto, porque es difícil decir la verdad. A veces un te quiero no llega a ser suficiente, de la misma forma que unas pocas cartas tampoco, o el hecho de encadenar a alguien a ti no te promete que sea tuya para siempre… El hecho de que seas importante, no te da un lugar en su vida, siempre hay personas mejores que tú, gente que ofrece todo a su tiempo y no a destiempo, que ofrecen un futuro y no un pasado inverosímil, que ofrecen todo lo que tú nunca supiste dar…

Sabes de sobra que no puedes competir, simplemente no eres ninguna heroína que un día salga de su rutina y vaya corriendo a decir lo que se guarda, sin especulación alguna y espere que todo salga bien. Simplemente… sabes que no eres lo suficiente buena.


Pace is the Trick - Interpol

Ahora soy

Oye Hachi, hace siglos que no escribo a ese amigo llamado corazón, que siempre pensaba tener encarcelado en el más fuerte ataúd, para darme cuenta más tarde que en realidad no tenía más que unas pocas hojas de papel echas de cartas rodeándole. Ahora siento, no veo, o escucho, o simplemente espero. Ahora actúo. Tengo que ir hilando uno a uno mis errores, trabajando poco a poco la confianza que he perdido en muchos y cumpliendo la promesa que hice nada más comenzar el año.

Creo que por fin comienzo a cambiar de verdad. Dejo de intentar querer comprender todo  para empezar a sentir. Pararse a ver todo lo que te rodea a veces es sinónimo de avanzar. Me di cuenta que en la vida no es que cada uno tenga su propio camino y tenga que ir eligiendo en cruces; no, la vida es más simple que eso, es como una gota de agua cayendo por un cristal, donde se va cruzando con otras y al final acaban cayendo todas juntas, remezcladas, unidas, entrelazadas, dejando a su paso un río de memorias y recuerdos.

Hachi, ¿dónde se van las preguntas cuando se quedan dentro de la mente? ¿La otra persona las escucha? ¿Podrán las palabras ser dichas con actos? ¿Y los actos podrán ser culpados de testigos de éstas? No lo creo… Ni siquiera muchas palabras son suficientes para explicar cómo me siento. Ahora soy el juego, soy la señal, soy el castigo…

… 16 – Héroes del Silencio

Mentiras piadosas

Esta noche me di cuenta de todo Hachi. Soy la persona más idiota de todas. Esta vez, me volví el ser más cerrado del mundo, quise ser la más fuerte de todas, quise comprarme un arma para crear una guerra, quise volver a tener mi misma independencia a la que sabía que volvería a caer, quise volverme como una armadura a la que el resto del mundo no puede hacer daño… Pero lo cierto Hachi, es que no soy nada de eso. Soy la persona más débil del mundo, soy una inconformista, soy una persona que siempre se queda sola, soy una persona a la que el más mínimo detalle le hace daño, simplemente soy tonta.

Hoy… te diste cuenta de que siempre que acabe el día, acabarás andando sola por culpa del mismo orgullo de siempre, ese al que te gustaría dar de lado en más de una ocasión. Hoy muchas palabras hacen eco en tu cabeza, al igual que muchas imágenes, que crees que se quedarán grabadas en lo más hondo de tu ser. Hoy muchas personas contribuyeron a lo que eres ahora, unas para bien, otras para mal. Hoy has llegado a caer al fondo.


Hachi, ya no sé qué hacer. ¿Qué se supone que está bien y qué está mal? Ahora, solo quiero que alguien me vaya marcando los pasos, que haya alguien que me diga que todo saldrá bien aunque sea mentira, que me diga que todo volverá a su sitio de antes y todos volveremos a estar bien, sin rencores, sin orgullos, sin peleas, sin tensiones, sin nada fuera de lugar… Solo quiero un puñado de piadosas mentiras.

Palabras, un lenguaje pobre

Hey Hachi... ya no sé qué pasa conmigo. Tampoco sé qué pensar, a qué tener miedo, qué esperar del futuro, del pasado, del presente… Tampoco sé qué siento, veo que el tupido velo que llevaba desapareció dejándome sin nada que esconder, pero tampoco sin nada que mostrar al mundo.

Sigo haciendo preguntas a la nada, mientras el tiempo sigue pasando. Creo que me di cuenta que sigo siendo la niña de hace dos o tres años, dejándome llevar siempre por impulsos, sin mirar las consecuencias, sin pararme a pensar antes de actuar, corriendo cada vez que alguien gritara mi nombre, sin importar el resto del mundo, siendo la misma persona inestable y sin pensamiento de cambiar, cayendo en los mismos errores siempre… ¿Por qué es tan difícil dejar de ser tan irreflexiva? Por un momento me gustaría sentirme bien.

Hachi… dime tú qué harías si estuvieras en mi lugar. El mundo se volvió loco y yo no supe caminar junto a él, quedándome atrás, algo solitaria, rodeada de fantasmas, cantando las canciones que he compartido, evocando un pasado lejano, a veces no tanto…

Ahora, solo quiero sentir que no todo está tan oscuro, que hay algo de luz en estas cuatro paredes donde se refleja la tormenta de fuera. Que del pasado se pueden remover cenizas demasiado humeantes aún, que no todo fue pura manipulación, que las inquietudes no fueron en vano, que los daños pueden ser reparados. Y volver a dejar que el viento se lleve palabras escritas, otras susurradas, otras, simplemente dichas con acciones… Solo quiero entender lo que mi interior dice.

All this and heaven too – Florence + The Machine