7 de diciembre de 2014

Que alguien baile conmigo una o dos canciones anteriores al nacimiento de nuestros padres. Eso es todo lo que pido.

30 de noviembre de 2014

Tinta

Míralos a ellos. Te despides y casi ni se siente el frío, y eso que apenas has salido. Luego venga a subir cuestas que no llegan y te cruzas con el hermano de una amiga de tu hermana. Tú hola y él hasta luego. ¿Hasta luego de qué si hasta el lunes no te veo? Pero ahora mira cómo estás, con la semana que viene hasta el infierno y tú solo pensando en el edén.

Y es que me recordaron que en diciembre parecen volver los puentes iluminados por centenares de no-luces y que al fondo se quedaba algo que era mitad-mitad y al final se quedó en oscuridad. ¿Que qué quedará de aquel que fue comienzo y fue final? Eso ya se verá. Ya sabes que nunca me preocupo del presente y mucho menos del futuro omnipresente. Y que The hardest part fue no verte jamás. Allí, donde tintineando entre milenios de albores pudiste hacerme tuya y de nadie más. Allí, donde pudimos ser tantas personas a la vez que casi me pierdo entre identidades que nunca se llegaron ver.

Pero no. No, no, no. En el mismo sitio el calor fue distinto. Lo juro. Lo dogmatizo. Eso es. Vamos a hacer de esta historia, de nuestra historia, un dogma.  Le haremos creer a todo el mundo que entrar y salir de este laberinto, que cruzar puentes sin saber si la otra parte está atada al poste que da comienzo a la pluma y al papel, es lo mejor. Dejémonos de brújulas que nos indiquen el norte y creemos una que sea la antípoda. Que en el sur todo es mejor. Mírame. Llevo sepultada entre palabras rotas, todas ellas perras negras muertas, casi todo un otoño y medio. Y aquel perro de allí mirándome con sus ojitos de lástima que hace que casi me eche a llorar y a temblar. Córtale la correa ya y que eche a volar, por favor.

Y la perra de mi hermana que me cerró la puerta y a ver cómo consigo volver  a entrar.

Postcard From Far Away / Prospekts March - Coldplay

10 de noviembre de 2014

Será mejor marcharse

Hace septenarios, qué palabra esa, que me alhaja de garrapatear sobre lo que me rampa aspirar. Porque cómo recitarte que desde hace intemperie mi testa solo entiende de ti.

Que de historias en albo sin cierre ni desenlace he acabado laso y de antuvión me tararearon que abandonarse a los sentidos tintinea demasiado bien. Pero qué voy a predicarte que no entiendas. Que de ilusiones ópticas estoy hasta el más allá, y eso que aún sigo acá. Espérate unos pocos días y verás. Aguardo en que este vademécum se deshaga en el concierto, aunque en realidad no quiero. Qué de estolideces acabo diciendo, por Dos. Y luego cantan que si Dios por Dios es cuatro… La de esencias que ausculta una antes de pernoctar y romper a llover, que aquí hace soles que no para de llorar desde que llegó noviembre. Y es que créeme si te escribo que lo que más pavura me da es que me veas esa queda caer en paz en todos esos reverberos llenos de recuerdos. 

Pero el sumario es que creo que me voy a ahogar, así que por favor, que alguien desgarre la ventana y me dé aire. 

4 de noviembre de 2014

Copenhague

Oye, que está lloviendo a mares. 
Y es que...
"Él corría, nunca le enseñaron a andar, 
se fue tras luces pálidas. 
Ella huía de espejismos y horas de más." 

25 de octubre de 2014

Detrás de mí

Tras de mí dejé una espalda, o quizá un rostro y unas manos y unos brazos. Quizá un nombre, o tal vez unos cuantos. No lo sé, él siempre tuvo varios. También dejé innumerables páginas sin nombre de autor, que con el Ballantines siempre me duele la cabeza y me olvido de escribir decentemente. Entonces es cuando escribo la palabra follar sin avergonzarme, o que aquellos ahora desconocidos comenzaron a ve(r)sarse, porque nunca se besaron sinceramente. Ellos solo se miraron como quien mira la flor que nació en medio del asfalto de la A-92.

Pero hoy no, hoy dejé atrás todos esos recuerdos. Por dejar he dejado hasta las sábanas de cuyo hombre no quiero acordarme. O la línea, la página y el autor que una vez me enamoró, que proceso hermoso solo fue mientras duró. Que ya lo gritó Lotte en su día, y de la nada ¡Klopstock! Y es que no, cariño, no. Que el whisky bebido hace horas con las amigas de mi hermana en el salón empieza a darme vueltas y vueltas y al final quien acaba mareada soy yo. Que para decir tres verdades primero me tengo que perder en el callejón. Sin salida. Y después, una vez me encuentres así, toda hecha una guirnalda o una margarita me tienes que desnudar, poco a poco, que sino los dedos se te lían en las cuerdas y más liada me quedo yo. Ahora solo queda decirte las verdades antes de que se nos haga tarde . Porque el amor, esa palabra…


Von – Sigur Rós

15 de octubre de 2014

Marido de cama

Hace meses que no sé nada de aquella que fue musa durante años. Aún hoy sigo sin entender por qué vuelves a aparecer por mi mente a estas horas tan tardes, pero lo importante es que una parte tuya volvió a mí.

–A veces no llego a comprender cómo soportas ser como eres. Siempre tan desastre. Siempre tan de dormir con cualquiera sin que te importe.

-No es cuestión de importancia o que sea una cosa u otra -formulaste con tu respiración a tres milímetros de mí.

-¿Qué es entonces?

-Supongo que la hipocresía del mundo –dijiste con una sensatez hasta entonces desconocida-. O supongo que no tengo los complejos que tiene la gente para hacer ese tipo de cosas. Ya sabes, todos muy de “vive la vida” y luego no son capaces ni de salir de sus casas para soltar cuatro frases de verdad. Pues lo mismo en el amor. Es todo una falsa, un teatro creado a base de poesía barata y estereotipos que nos vende la televisión.

- Ya… está todo muy prefabricado.

- Exacto. Si te digo la verdad, yo creo que si me caso será en una cama. No, no me refiero a casarme con la cama como dicen todos los gilipollas en rebaño, me refiero a casarme en la cama. Imagínatelo, sería la cosa más maravillosa del mundo.

-Explícate, mi cabeza no está para muchas metáforas a estas horas.

- No hablo de metáforas baka, te estoy hablando en serio. No, no te rías. Piénsalo. Yo creo que la gente solo es sincera cuando está tendida en la cama, de verdad. A lo mejor es porque en el colchón descansa nuestro cuerpo y en la almohada las esperanzas, no sé. Quizás sea porque con las sábanas todos nos sentimos más protegidos del mundo y cuando estamos con el pijama puesto nos creemos más capaces de hacer que los sueños come true. Ya sabes de lo que hablo. La gente dice que es al revés, que es en las camas donde más se miente: “no pares”, “te quiero más que a nadie”, “mañana se hablará” y al final nunca se habla nada, o lo mismo “que no pasa nada, que con condón no se siente nada”. Y nada, supongo que llevarán razón, pero yo quiero creer que no. Que casarme en una cama es lo mejor. Ser marido y mujer de cama. Luego por la casa ni te miro ni me visto, ¿para qué? Y así todas las noches serían nuestra luna de miel. Todas salvo el domingo. El domingo queda excluso. El domingo le obligaría a hacer la vida en la cama. Como lo oyes, comer y beber, escribir y leer, besarnos e ignorarnos, todo en una plataforma de ciento sesenta por doscientos comprada en el IKEA con unas mantas de los chinos. Y lo bonitas y naturales que quedarían las fotos de la boda, los dos desnudos, sin nada puesto porque vestirnos de traje sería muy cliché. Lo mejor de todo es que solo tendríamos que sernos fieles en la cama, y claro, fuera de ella la cosa cambia. Podrías tener cien mil amantes que no pasaría nada. Y me los podría follar a todos en la cocina, en el sofá, por las esquinas. Pero en la cama no. La cama ni mirarla, ni pensarla, ni imaginarla. La cama es sagrada. Eso sí que sería vida.

-Ahora estamos en una cama.

Ella asintió.

-¿Quieres ser mi mujer de cama esta noche?

Y ella aceptó.



Tell me if you wanna go home - Keira Knightley

7 de octubre de 2014

La puerta al final resultó girar

Hoy un viejo conocido me dijo que tu vida se resumía en una simple metáfora. Sí, sí, como lo oyes. 

Me dijo que eras un turista indeciso atrapado en unas puertas giratorias típicas de un gran hotel de lujo. El problema es que no sabías salir de ahí y no hacías otra cosa más que girar y girar y girar. Ayer estuviste dentro, mañana estarás fuera. Dentro, fuera. Dentro, fuera. El problema es que nunca llegas a estar del todo dentro, ni del todo fuera, y así te va, o así nos va. Que el pobre hotel se hace viejo y tú al final acabas mareado de tanto girar.

A estas alturas hay que saber entrar, o saber salir del todo. Pero no me sigas haciendo esto.


Puta vida - Supersubmarina

5 de octubre de 2014

Ojitos negros

Mírale ahí, con su carita de “solo pienso ir si me das algo que comer y al resto que le den”. Te lo digo y no me lo pienso.

- Sí, sí, está mejor ese.

Hay veces que una dice las cosas sin pensar, como si tuviera el piloto automático encendido y en su cabeza se van alternando las imágenes una tras otra, con pausas de tres segundos creo. Y la felicidad me parece recordar que dijeron también que solo duraba tres segundos y un suspiro, ¿o era lo que se tarda en coger el segundo tren? Porque en el primero solo hay miedos o esperanzas, o ambos y algo que en el fondo nos falta. Llámalo como quieras, como algo que empieza con la c, no sé.


El caso es que él estaba ahí sentado con cara dormilona y yo sin saber qué hacer. Que es pensar que ya mismo las hojas caducas van cayendo y soy yo la caigo en este infierno, porque ¿Qué será de mí sin tener a nadie que pasear en tardes crepusculares cuando el sol tiñe todo de canela y chocolate? Es así, en este pueblo escaleno llega octubre y solo puedes decir que se huele a amarillos, rojos e incluso a rosas purpúreos a medida que la noche va entrando. Que baja el sol y las ramas danzan al son del viento. Pero ya no, ya no habrás más tardes crepusculares ni vientos que nos alcancen. Solo quedará un recuerdo diminuto para todo el mundo y enorme para el resto, que papá dijo que ya mismo llega la navidad y ahí son todo alegrías y festejos,  y que lo que haya pasado hasta entonces quedará muy lejos y poco a poco casi ni lo recordaremos. 


Two trees - Ludovico Einaudi

28 de septiembre de 2014

23 de septiembre de 2014

Nubes rosas, días grises

Ya va llegando el invierno, con su viento etéreo, eterno y etierno. Y llega así, rozando mi cara por las mañanas. Rozando y casi arañando. A veces me pasa, llámame loca, que araño los libros como si fuera tu espalda. Pero hace eones que no sé nada de ese trozo de piel que parece escarcha. Tú, tan frío. Siempre. Entonces le doy al play para escuchar a Jónsi. Ay, Jónsi. Mi Jónsi. Qué sería de aquel invierno congelado sin su Hoppipolla y verte a ti saltando charcos. Uno. Dos. Tres. Mientras, el gran reloj de la estación de autobuses parecía coagularse. Cuatro. Cinco. Seis.Y yo que nunca te hablé de la cantidad de sitios que pisé de una estación a otra. En París llovía mucho. Ojalá te hubiera conocido entonces y quizá hubiéramos saltado unos pocos charcos juntos. Ocho. Nueve. Diez. Pero no, no hubieses sido lo el mismo. Y en Londres se huele la clorofila del verde de los árboles. Se te inyecta la humedad en la sangre. Es todo tan gris, tan rojo, tan obscuro. Madrid es otra cosa, todo alba y leones y fieras. ¿Sabías que es de las pocas ciudades con una estatua dedicada a Lucifer? En realidad nunca la llegué a ver. Aunque lo mejor de visitar muchos sitios a la vez es que tienes que aprender. Yo aprendí a hablar. A decir, por ejemplo: Qu’est-ce que vous voulez? You’re always late… Sembla com si mai t'hagués importat. Við lokum augunum… Pero nunca llegué a aprender a decir que nada de esto es real. Que la verdad es que el viaje va por dentro.  Y que ya va llegando el invierno, con su viento etéreo, eterno y etierno.


Indian Summer - Jónsi & Alex

14 de septiembre de 2014

De razones y pálpitos

Repasando entre las viejas hojas de nuestro libro desgastado me pregunté a dónde fuiste a parar aquel día de lluvia y camino encharcado. O qué pensaste cuando tuve que bajar a ese tren tras esa noche incendiaria en tu piso estando en pleno abril.

Han sido muchas las veces que tuve dudas y eché a correr, tantas otras las que siempre me pregunté "¿y él qué?", porque siempre había una duda sobre lo que realmente pensabas cuando te dejé ir. Pero ahora eres tú el que me ha dejado ir, o vuelve a ser al revés y yo ni siquiera me enteré. 

¿Cuándo fue la última vez que vi tus ojos pardos con esta luna y este cielo y con este pedacito tan nuestro? Ya no sé, no sé. No sé si llegaste a enterarte que la yaya está bien, que dentro de mí sigue esa ausencia notable cada vez que abro la puerta o mire por los suelos buscándole. Ya no sé si tuviste noticias de mis notas o si es que alguna vez llegué a importarte; que a cada día que pasa más ganas tengo de seguir hacia delante, que sé que dentro de un año todo será tan diferente que dudo que vuelva a encontrarte. Quizá espere el choque frontal de tu puerta en mi cabeza para así darme cuenta de que ya no estás, de que la luz que tenía por vida se apagó y ando dando palos de ciego sin razón. Pero qué es la razón sin amor en esta vida para darle un pálpito a cada abrazo, una arritmia que se cura en cada beso y un desmayo a cada roce de tus manos.

 Humming - Jónsi

5 de septiembre de 2014

Something new

Hey Mario, I don’t write you for a long time ago. I don’t know what can be the reason that makes me feel like this, and forgive me if I write something wrong, but there are things that can’t be writing in our mother tongue or in the same way, and this could be a different way to do it. I guess that everything started with He.

Today I talked with daddy and he said that this was so unfair, why he? And suddenly his eyes became in sadness and I didn’t know what to do with him, or with me, or with everybody in this house, because grandma disappears too and mama is very tired. I don’t know what to do, really, everything changed in this immense summer of one week. How can I explain you how do you feel when you arrive home full of new plans and in questions of seconds everything come down? There aren’t words… Sometimes I remember by accident his brown eyes and I seem to see a black shadow running in the corners. But there isn’t anything and then I feel so fool…

I want that you understand me; it’s hard to say every time that I’m good, that nothing cares me…  And it isn’t pain or emptiness, it’s just absence. And the absence is the worst thing that you could support. Because pain come and goes, and you can fill the emptiness in the end, but the absence is something that you can’t control. It’s something that stays here, in every floor tile of the house and all of the streets that you walk with him. It stays even in the family eyes, because you see her or him, and when you say his name a tiny tear appears and it’s just a matter of time that somebody explodes. Me, the first.

And yesterday mama told me: “where do you go with your little honey eyes and your short hair?” And I answered that still, it could be worth to try it. Then I found a lot of interesting people, some of them amazing, but anyone like you, Mario. Now everybody try that I forget you, but I’m not sure. Is that good? Because in the night, in spite of the stars and the smiling moon, I still see you in the darkness like a light that never turn off.


Elizabeth – Bioshock Infinitive Soundtrack

24 de agosto de 2014

Olas del mar

Hay veces que pasan cosas como estas. Que no sabes muy bien qué parte es verdad y qué parte es mentira. Porque, ¿qué son los sueños? Vivo o sueño buscando(te), como por ejemplo a ti, chico de pestañas infinitas de hace diez años. Y es que ya no te encuentro en esa azotea donde caminábamos por los resaltes, ni en esas tardes crepusculares jugando al fútbol en bañadores. Porque en mi piscina de plástico nos tirábamos las tardes enteras, y yo siempre fui la chica del columpio y tú el chico que se asomaba a mirarme desde la ventana.

¿Y dónde quedó el chico de los ojos verdes? Ese que se me echó a llorar nada más terminar la tarde. No recuerdo siquiera qué te pasaba exactamente, pero si de algo estoy segura es de tus lágrimas cayendo sobre mis hombros como una cascada.

Al de ahora no tengo nada que decirle más que la verdad. Que a pesar del tiempo, que a pesar del mar y del miedo que nos tenemos a amar, eso no quita que te siga queriendo más que a nadie y que ojalá estuvieras aquí en estas noches tan frías y en esta cama tan grande, que esto de verdad parece una bahía y ya me he ahogado muchas veces sin nadie que me rescate. Así que sigo esperando la hora en la que viva de verdad y tú dejes de soñar, que al final, recordamos más de lo que hemos vivido que lo soñado, porque por mucho que nos cueste, acabamos dando grandes pasos sin pensarlo y a los sueños siempre los dejamos en eso.

15 de agosto de 2014

Treason

A veces me desvanezco entre líneas pensando
qué podría haber pasado si no hubiese girado aquella esquina.
Si no hubiera subido a ese faro y me hubiese abandonado en aquel paisaje extraño,
como ese pedacito de cielo en la tierra tan alto.
 O si en vez de abrir esa puerta hubiese seguido andando
y entre remolques y arañazos hubiese salido intacto.

Porque son muchas las veces que nos equivocamos,
y tantas otras las que hacemos y decimos cosas sin pensarlo.
Cosas tan simples como: “Estaría bien vernos”
 y que luego acabes a las tres de la mañana en tu cama llorando.

¿Llorar por qué?
Algo tan sencillo como quedarte con el mar dentro siempre se me dio bien.
O al menos eso pensé yo.

Si te soy sincera, no sé muy bien qué pasó.
Si fueron las miradas o si fue el Sol.
Quizá fue la Luna que brillaba más que otros días
y con las perseidas una pierde la razón.
O lo mismo lo que perdí fue el corazón,
que de tantos “se acabó” fue él quien acabó desapareciendo
Y no quedan ya ni las ganas ni el alcohol que antes nublaba los sentidos.

Pero que yo lo sabía, que volver a sitios tan altos
nunca fue bueno para los que tienen vértigo.
Y verme allí rodeada de lo que son ahora rostros sin identificación,
como máscaras venecianas sin trajes ni maquillaje
asusta un poco si no llevas algo con lo que taparte.

¿Y si tras esa nana hubiese seguido hacia delante dejándote atrás sin importarme?
¿Y si no hubiese desaparecido esa semana abandonándote a la intemperie?
¿Y si lo seguido tras eso hubiese sido diferente y yo, en vez de decirte que te fueras, te hubiese pedido que volvieras y te quedaras donde estuviese?
¿Y si nunca me hubiese montado en aquel tren?

Aunque mejor dejar las historias y los hubiese donde están, que quizá nada de esto fue verdad y todo esto pudo haber sucedido en cualquier parte.

Jodie's story - Lorne Balfe 

10 de agosto de 2014

Ella lo vuelve a jurar

Y es que a veces estos nudos en la garganta no sabes si son lo que mejor que te pasa en la vida o lo peor.
Porque no sabiendo si quería que lo encontrases, o fue casualidad del destino o en realidad creía que ya lo habías visto, al final llegas al mismo punto de partida sin saber cómo tomarte cada renglón. Ni cada coma, ni cada espacio visible que hay entre un nunca más a un todo es posible.


30 de julio de 2014

Cuenta uno, dos, tres...

Tuve una epifanía a las 2:20 de la mañana. Buena hora para los madrugadores. Igualmente mala para los que aún seguimos despiertos.

Quizás por la ventana vuelva a salir corriendo. Pero no se puede, ya no. Los barrotes te lo impiden y no es bueno medir distancias desde este lugar, donde una noche antes Lucía soñó que nos robaban y a lo mejor fue verdad. Que un ladrón llegó por la noche y dejó la casa vacía y patas arriba. Algo así como yo.


Y hoy alguien me habló de un paraguas amarillo y una chica que corrió tanto que casi ahogó a la lluvia que caía esquina tras esquina. Ahora quien se cae y se ahoga es otra y un poco yo también. Que esto de estar en mitad de dos patios nunca fue bueno, sobre todo si cada uno tira de una fracción y el centro se queda parejo. ¿Qué hacer si el corazón bombea y no hay manera de convertirlo en piedra? Aunque lo mismo con estas pocas aristas lo tallo y le doy forma. 


Sticks and Stones - Jónsi

Go do

Si no me hago la fuerte o la dura contigo o por ti, ¿por quién sino lo haré?
No voy a hacerlo por cien mil tíos que no me importan ni la mitad de ti.


21 de julio de 2014

Intemporal

Las baldosas están frías y eso que no llevan tu nombre puesto, pero es que por la mañana a ver quién tiene valor de andar descalzo con el hielo que tengo por pies. Con las manos pasa lo mismo, los dedos se me quedan inmovilizados siempre que voy a tocar el piano. A lo mejor la culpa está en que preferí tenerte lejos y claro, si no estás tú ya me dirás quién me da calor para derretir todo este hielo.

Con este frío no sé qué esperas que piense, si aun llevando cuatro mangas el viento se cuela por debajo de la piel y no hay cómo arrancarlo a no ser que sea a bocados.

Te dije que me enseñaras algo de alquimia, pero tú dijiste que eso te lo tenía que enseñar la vida. Preludio de que para ser feliz hay que improvisar. Entonces escolté mis miedos de esquina en esquina, esperando a ver si en alguna se deshacían. Si bien en una parecían evaporarse, a las dos de la mañana solo eran espirales de vapor.

“Que manera de malgastar el tiempo”, me dije volviendo a casa una noche glacial. Si nunca pierdo las formas, ¿cómo voy a responder al qué pasó? Si nada de esto ha sucedido y eso que solo es el principio.


L'arquitecte - Els amics de les arts 

14 de julio de 2014

Humo de cigarros

No hay derecho a que todas las palabras se me ahoguen en los vasos cada noche. O cada mañana. Ya apenas sé distinguir la luz que se filtra por las persianas.

El tiempo pasa deprisa y lento a la vez, como cuando te despiertas un domingo soñoliento sin saber muy bien qué hora es, o la hora que fue cuando dormiste por última vez. La relatividad depende de dónde esté el sistema de referencia, y el mío pareció perderse por el infierno. Que lo busque Dante si quiere, que yo me quedo con mi estanque.


Pero ante todo, no hay razón para que después de todo lo que perdí esa noche, deje de escuchar. Incluso si todo está tan mudo que los tímpanos revienten de tanto ruido afónico y yo me calle no sea que me pierda alguna nota si es que alguna vez sale. 

6 de julio de 2014

Hay muchos libros, muchas palabras, en conjunto con quimeras y deseos ocultos, que siempre sabrán hacernos caer en aquello verdaderamente importante y justo.

27 de junio de 2014

Hechizos

Solo una vez se encontraron.
Pero hubo otras tantas veces en el camino que nunca contaron.
O tal vez sí.
Y entonces una de ellas, esa que te hizo temblar al despertar y te hizo caminar.
Esa que casi te hizo llorar.
Esa, y sólo esa, fue la que te hizo decir sí.


Your hands are cold - Dario Marianelli

22 de junio de 2014

Deshielo

A veces correr no llega a ser suficiente y se ahogan los pulmones. ¿O era el corazón de tanta (des)ilusión? Mejor el cerebro, y así se morían todos los malos pensamientos. Además de yo.

Yo, que dejé de ser tan perfecta, si es que acaso alguna vez lo fui, porque siempre fui más tuya que mía y ahí estaba la herida. Siempre quise decirte que lo siento, te quiero y gracias, y ya en la segunda me atasqué.

Si una sueña que se pierde en un sueño imagínate en este pueblo escaleno. Donde hay tanta cuesta y tanto cielo.

Pero a ver quién me quiere esta noche. Si solo hay tormentos y en la noche parece haber tormenta, dime qué tengo que hacer con las cartas secretas. ¿Las tiro? ¿Las guardo? No me puedo quedar sosteniéndolas eternamente con los brazos, que con el frío y el deshielo me voy a venir abajo. 


End How it Ends - Devotchka 

21 de junio de 2014

Insólito pero verdadero

Porque ya no sé si son más viejos o más nuevos, aquellos recuerdos pétreos a aquella ventana una vez improvisada, por la cual veíamos el mundo que estaba ante nuestros ojos, bajo los pies, en la tierra de tus ojos.

Ya no sé qué fueron de aquellos días que volábamos sin pensar y el pesar nos volvía locos. De aquellas luces que durante minutos iluminaban tu cara y luego marchaban, porque eran fuego y siempre explotaban, y el ser efímero, era lo más bello de todo. Igual que en nuestras vidas enjauladas, los encuentros causales nos resucitaban. Era eso, y no lo monótono y trivial de la vida lo que te hacía ser como somos: simples viajeros que van y vienen sin un lugar al que regresar, o tal vez teniéndolo pero guardándolo en secreto.

Y esas noches en los que nos íbamos de copas creí que me iba a morir si no te besaba. Si no te tocaba. Si no te sentía. Añoraba esa cama y mis condolencias a ella fueron recibidas con melancolía. Como vírgenes de un río que al descubrirse se lamentaban no poder dejar de ser lo que eran. Y la oscuridad se hizo luz y en realidad solo eras tú. Que te veías diferente, más palpable, más latente. Más "lo siento, pero te sigo amando", y yo semi-desnuda en tus tobillos con un perdón en cada mano. Y que poco a poco tu calidez fundiera mi frío no era algo inesperado. Que un súbito "te quiero" surgiera entre los labios y de repente el besarnos fuera algo cotidiano, eso era lo inusual en nosotros, siendo a la vez algo tan trivial como quedarnos bajo la lluvia en lugar de refugiarnos.

Que a veces de las escenas más anormales brotaran como rosas a punto de morir, esa era nuestra primavera inversa. Que sepas que cuando algo va a caer, alargues justo la mano para no dejarla perecer.


L'origine Nascota - Ludovico Einaudi

16 de junio de 2014

Blanco y azul

Me han vuelto esas ganas de leer a Cortázar, de volver a París y a hace veinte años antes de que nacieras tú. Aunque qué sentido tiene eso si entonces todavía no había salido a la luz, que  yo seguía navegando en esas aguas profundas con mi submarino sin nada de súper. Y ahora me gusta ir a ese bar porque se escucha mucho a ese supersubmarino, ¿o era Supersubmarina lo que se escuchaba y yo me equivoque con el  bar de otra esquina?

El hecho es que haces que vuelva a tener un suspenso tras otro, y ya no tengo el alma para fiestas, al menos no si no hay alcohol. Y ¿cuántos sucesos? ¿Cuántos hombres? ¿Cuántos tantos tengo que marcar para que esto no se vuelva a deshilachar? Porque sabes bien que nunca fui muy buena en este juego y el suspenso siempre me he llevado yo.

Anoche creo que el cielo me habló, pero di por hecho que mentía. ¿Quién sino sería capaz de hacerme el odio desde la otra orilla? Porque yo quiero escuchar tu mentira en versión acústica, con las luces bajas y la música apagada. O con las luces apagadas y la música bajita. Eso lo dejo a tu elección.

4 de junio de 2014

Si desde el principio lo primero que me enseñaste fue el cielo,
creo que el resto del mundo se va a quedar pequeño.

2 de junio de 2014

Extraño hogar

Es como si te encerrasen en una jaula y no puedas salir. Pero esta jaula eres tú misma y por mucho que corras, por muchos golpes que te des, solo consigues que todo se encoja más.

Unas simples frases, dos o tres, no pido más, y puede que así consiga deshacerme de estas cadenas inanes. Pero no me llegan esas frases, ni esos momentos, no me llegan esas conmociones que hacían que me echase a temblar. Ahora solo me quedo con lo acostumbrado y por más que quiera, por más que busque y rebusque, solo las memorias de algún poeta extraño y las sonatas fantasma me hacen palpitar.

¿Dónde quedó aquel polvo lunar? Ya siquiera recuerdo cómo se bailaba el vals. Lo mismo ya no hay ninguna brecha de luz en la que bailar, que todo volvió a quedar estancado en el manantial. Una vez reunidos los pedazos queda poco con lo que jugar. Porque el problema del tetris está en nuestra cabeza y no en nuestras manos. Pero lo repito, a lo mejor el problema soy yo, que no sé cómo comportarme si no hay días malos, o días raros, porque los buenos nunca me gustaron. Me gusta abrir regalos y saber que una vez abiertos, el celofán siempre se arrugará.


Un desorden milimétrico me acercó a ese lugar, y sé que fui tu cuchillo y presa a la par. Pero si no rompía ese silencio, sabía que iba a explotar. Tal vez el problema es ese, que de tantos duelos, lo confundí con mi hogar. 

29 de mayo de 2014

Un hasta luego

Quise mantenerme fuerte, pero ahora si te veo te imagino de traje y con una sonrisa en la cara, pero sin mí. Créeme que esto no es fácil de decir, porque hay tantas cosas que quise decirte, tantas cosas que nunca llegué a ser... Quedan demasiadas cosas por hacer que nunca se harán.

Ahora nos bastamos con recuerdos de años algo insípidos, como hacernos cosquillas en los brazos mientras la profesora intentaba explicarnos de qué iba la historia y nosotros ya estábamos creando la nuestra. O todos esos insultos cariñosos que nos decíamos a la cara, porque nosotros nunca nos hablábamos a las espaldas. Y a veces me pregunto qué será de mi si mañana no estás, porque llevar tantos años junto a ti, que fuiste mi Ángel de la guarda no es sencillo de explicar, ya que el único de los dos que se explicaba antes de un examen eras tú. Yo siempre fui un caso perdido si no estabas conmigo esos "cinco minutos de antes".

Después de todo este tiempo juntos, pensar que nos veremos en espacios de entretiempos y no como algo diario me hace casi enloquecer. Pero tengo que decirte algo mucho más importante, y es que por muy lejos que estés, una parte de ti siempre dormirá a mi lado, porque tienes guardado un rincón especial en mi cajón. Ya sabes el valor excesivo que a veces le doy a las palabras, y las tuyas merecen ese valor y más, porque sé que serán capaces de recobrarme cuando algo vaya mal, ya que: "Por muy lejos que vivamos el uno del otro, siempre sabremos que hay una persona en el mundo que nos quiere casi tanto como a sí mismo". Y eso, mi vida, es algo que pocas personas pueden decir.


"Aunque no podamos estar en la graduación juntos, propongo un brindis por los momentos vividos y los que nos quedan por vivir..."


Afterlife - Arcade Fire

21 de mayo de 2014

Tal vez algún día vuele contigo

Hace ya algún tiempo que no te veo. Te veo en mis recuerdos, en las fotos, en esos odiosos dibujos. Te veo en todos los versos que leo y los que me quedaron por leer. Por verte te veo hasta en el cielo y en la luna llena. ¿Cuándo fue la última vez que la luna estaba tan clara y esplendente y fulgente? Ya apenas la recuerdo, o más bien te recuerdo. Por eso quiero verte en todas partes, en esa esquina que nos refugiamos de la lluvia y en esa otra donde dejamos que nos calara hasta los huesos.

Pero siempre fuiste muy lucífero, y entonces hasta los ojos azules me parecían bellos, a pesar de mi miedo a ellos. Y no te mentiré, nunca más, y ahí va la primera verdad, que es que en el fondo le tengo muchísimo miedo a tus fantasmas. Sí, esos que cantaban nanas y silbaban siempre que llegabas a casa. A veces subo rápido los pies a la cama antes de dormir porque tengo miedo de que me atrapen y sueñe que vuelven al mundo, porque no hay nada más horrible que despertar un domingo esperando que te levante él diciendo que te trajo calentitos.

Puede que en parte, necesite decir todas estas cosas así, para ver si soy capaz de plantarle cara a esto al fin. Yo, que soy la primera que va echando broncas a los demás por no ser valientes, resulta que me quedé estancada en esta muerte y preferí echar a correr para siempre. Huyendo con unos y otros, esperando a ver si así me salvaba o me salvaban. Pero resulta que no, que cuando algo se queda atascado en el interior todos los resplandores brillan más fuerte, esperando a una explosión que nunca explota. Esperando una ida sin vuelta, y eso es difícil de asimilar. 

Aunque quizás ya es hora de superar el miedo a la lluvia.


O - Coldplay

15 de mayo de 2014

No hay vuelta atrás

Ya sabes, hay veces que duele ver que ocurren cosas como estas. No es fácil para nadie, pero tampoco tenía elección. Si me giro hacia ti y te digo lo que digo, no llego a saber si es la línea que quería seguir escribiendo o no, pero no puedo negar que esa línea que escribimos fuera verdad, aunque a lo mejor fue una especie de juego enfermizo lo que nos hizo volver atrás.

Así que aquí estoy, con algo de insomnio todas las noches, no sabiendo si te tengo o si te llegué a tener alguna vez. Pero los fantasmas golpean todas las noches la ventana mezclados con el viento y las ansias. Sin esperanzas o libertades, porque todos están locos y no sé adónde voy contigo o sin ti. Y si todo se basa en estos entre-tiempos y sale-tiempos, creo que voy a sucumbir.

Pero te repito, aquí estoy. Si quieres volver a mí, aquí estoy. Y es tu elección y tu culpa al fin y al cabo todo lo que me llevó hasta aquí.

4 de mayo de 2014

De mapas que no llevan al tesoro

Es en este aquí donde el sueño y la vigilia se saludan.
Donde forman un telar que han tejido eternamente Aracne y Atenea.
Todo empieza en este cuarto, que cambió una pared por un manantial breve y fugaz.
Es en este ahora cuando huyen de sus nichos las luciérnagas.
Las que eran guardianas de este sueño.
Pero ahora, vagan extraviadas.
Han dejado una estela que invita encontrarlas.
A buscar el error en cada intersección.
A recomponer la colección de medallas y arañazos.
Han dejado un zumbido que nos guía y que nos susurra:
Ábrelos, ábrelos despacio, di ¿qué ves? Dime qué ves, si hay algo.

Vetusta Morla

3 de mayo de 2014

Some other place...

- ¿De qué trata?
- Bueno, estaba pensando que realmente no tenemos ninguna fotografía de nosotros. Y pensé que esta canción podría ser como una fotografía que nos captura en este momento de nuestra vida juntos.
- Me gusta nuestra fotografía. Puedo verte en ella.
- Estoy en ella.




Her, Spike jonze


Photograph - Arcade Fire

1 de mayo de 2014

Tres gotas de nieve

Ya es hora de plantarle cara a todo este asunto. No tengo que tener(me) miedo, ahora sí que no. Y es que fue ese "No" lo que me mantuvo despierta y dormida a la vez, en esa oniria insomne que solo conocemos los dos.

Lágrimas arriba, mis manos descansando. Después de ese día, ¿qué se le puede pedir al aire? Si nunca fui muy valiente para asfixiarme, ¿cómo conseguí salvarme? Porque en las luces y en el cielo vi reflejado un sueño lejano, con esas canciones silbando como nanas que nunca se acaban y entonces acabé contigo, que fue lo más extraño. 

Cristales que se metamorfosean en ojos y mis pies helados por debajo. A veces me pasa que estoy tendida en cualquier cama y empiezo a temblar sin razón. No es algo que pueda controlar, lo juro, no supe cómo comportarme hasta que todo oscureció. Solo entonces es cuando se me ocurre decir cualquier chorrada, de estas que no piensas y no sabes cómo acaban. 

Entonces poco a poco tu y yo, así, lentos, gratos, casi soñando pero sin querer soñarnos, porque sino sabemos que lo perdemos todo a una mano. Es como suceden las cosas, no sé ni lo que hablamos pero me acerqué a ti, sin esperar respuesta alguna o un final feliz. O sin saber si sería un simple fin. Y comienza creciendo un algo que ya es imposible pararlo, porque las puertas fueron destruidas y no hay pared en la que estés a salvo. Diciendo frases sin sentido por si acaso, con el recuerdo de tus manos jugando con mis manos, aunque, qué digo recuerdos, aquello de verdad estaba pasando.

Los fantasmas nos volvimos nosotros en esa cama, donde hace ya algún tiempo nunca pude decirle al mundo algo sincero, donde dejábamos que el incendio creciera y se quedara dentro, donde el verano nunca llegó a vencer a ese eterno invierno, y sinceramente, no sé cómo llegamos a esto. 

¿Fuiste tú o fui yo? Lo más seguro es que fuéramos los dos, porque ambos sabíamos que en cuanto bajara de ese tren las pavesas renacerían de esa escarcha y sería cuestión de tiempo que esto pasara. Que tu estuvieras  ahí no fue azar o las ganas, quizás estaba predicho por algún hombre del tiempo que yo lloviera en tu almohada y tu vinieras a salvarme a altas horas . Quizás nada de aquello fue real, y fueron solo ilusiones ópticas y mis ojos ciegos de tanto calor. Simplemente créeme que nunca dije algo tan de corazón. Créeme si digo que...

Promise - Ben Howard

24 de abril de 2014

Dimensiones apartes

Te quise buscar en aquella esquina, esa del beso bajo la lluvia como en los cines, que estaban a mi espalda y a un lado una vieja discoteca y al otro una casa abandonada.Te vi reflejado en los cristales del suelo de algún botellón desvergonzado, con las puertas de la casa reventadas y así me quedé yo, mirando las puertas de esa casa, diciendo o preguntando: "¿Serán estas las puertas que siempre quise mantener cerradas? "

Pero no hay más verdad en esa frase que los signos. Y recordé entonces aquel sueño o recuerdo, ya ni siquiera me acuerdo, pero aparecía el Insomne y al volver a la realidad "era todo menos,  era signo menos,  menos rellano, menos puerta, menos luz, menos cama, menos" tú.

Sí, sí, menos tú, porque aquí sigue lloviendo mientras friego, y a veces me desoriento y al mirar el vaso descubro que volvió a estar lleno, entonces toca tener que vaciarlo por completo, porque todo lo que había en él terminó disuelto. Y es que no es solo agua lo que contienen los vasos, también contienen sales y zapatos de cristales, contienen besos olvidados en los estantes y libros que se leen en los labios de un amante. Por contener contienen hasta la respiración y las ganas, no fuera que se escapen mientras no mirabas. Pero ya no miras nada, ya no miro nada, ya no nos soportamos las miradas, estamos en dimensiones apartes.

Aunque lo mismo por la puerta detonada, me vuelvo a colar en tu cama.
                                                             

Dimensions - Arcade Fire

21 de abril de 2014

Lo que quiero

 Las cosas se solucionaron, aunque no es la manera que esperaba. ¿Estas segura con ello?
— No lo sé, pero parece lo mejor.
 Ya tendrás otra oportunidad, supongo.
 No sé si la quiero la verdad.
 No es lo que te convendría, pero yo creo que es lo que quieres.


Y a lo mejor tenías toda la razón del mundo, o todo el mundo tenía la "mejor" razón. Que después de todo y todos lo último que quería era volver(me) a perder, o a perder(te) sin paréntesis. Siempre fui asustadiza cuando había trenes que coger, y a final los dejé pasar como quien ve pasar las olas del mar a sus pies. Pero cuánta razón tenías mi vida, lo que yo quería nunca fue lo que más me convenía. O dicho en presente, lo que quiero, eso solo yo lo sé.


Don't look back - Amarante


16 de abril de 2014

Somos suicidas cabezabajo


A veces creo que pido demasiado, incluso si la frase va seguida de un "por favor". Porque este masoquismo me llega hasta el epicentro, y ya no sé si es para odiarle hasta el fondo o en el fondo es para odiarte solo a ti. Sólo sé que necesito un poco de ella y quizás de ti también, pero ahora ella es mi salvavidas, mi salvamanteles, mi salvoconducto, mi salvayo. Porque si no hay nadie que me salve voy a acabar mal, yo sola con esta guerra sin armaduras, ni guerreros, ni dragones, ni escuderos. Y si no encuentro una buena trinchera doy por hecho que los golpes me matarán, que sé que un parpadeo hacen las flechas volar y en un paso en falso harán los cañones sonar.

Pero no se puede vivir así. No se puede morir así. Con tanto odio y tanta indecisión y tantos tantos. Una no puede esperar que los errores de otros desaparezcan sin más, y cuando todas las decisiones te llevan a un laberinto sin final, no sabes qué puerta abrir, si la del puente bonito, la del tren que se fue o si es mejor esperar, lo mismo así las mareas y el viento te dicen qué puerta es la buena. Pero ayúdame, por favor, deja de suicidarte tirándote desde el terraplén una y otra vez, que yo también nací para ser suicida y no mirar siquiera las alturas. Fallo mío, no mirar siquiera la depresión, yo solo rozo el suelo, así, un poco, con la suela de los guantes, y los pies bien altos, casi llegando al aire.


Pararme a pensar nunca fue fácil si no te veo en el firmamento, allí, bien lejos, pero sabiendo que tal vez si estiro los brazos, si estiro la mano, quizás logre alcanzarte. 


Gone - The Head an the Heart

13 de abril de 2014

Por favor

Y de nuevo vuelve ese casi vómito. Esas ganas de arrancarle la cabeza a alguien. Ese estúpido deseo de verlo muerto. Y yo con esas hormigas que pasaron de hacerme cosquillas a morderme la barriga.


Que alguien lo mate por favor, sino lo tendré que hacer yo. 

31 de marzo de 2014

Indultos y engaños

Que alguien me explique qué tienen tus ojos que hipnotizan y casi dejan ciega, porque no hay vez que el sol empiece a caer y no te alumbre como si tuvieras aurora. Me atrevería  a decir aurora boreal incluso, circulando por tu piel y tus venas. ¿De qué estas hecho hombre? ¿Cuál es el secreto de tanto encanto?

Que no hay vez que pases a mi lado y el escalofrío se pierda en mi espalda.
Que no hay vez que tus ojos me miren y me besen sin quererlo.
Que no hay vez que te gires y yo sonría sin pensarlo.
Que no hay vez que tus brazos me abracen y no guarde el impulso de pedirte que huyamos.

Sé que el único camino para llegar hasta tu alma es volver a mirarte como la primera y última vez, una y otra vez. A ver si así te enteras que por muchos eones, por mucha erosión, por muchas piedras que nos tiremos, el agua seguirá circulando entre este desierto de arena y hierba que regamos según suba o baje la marea. Porque en este río el agua depende de lo que le llovamos encima, por las noches, a escondidas, en el barco de nuestra bahía. Porque las bahías de los sordos siempre aparecen en noches como esta, en la que no hay más luz que la envuelta entre cristal y cables.


Aunque reducido el daño, el indulto se somete a engaño. 

The box - Damien Rice

29 de marzo de 2014

Al final, por muchas verdades que nos echamos en cara, seguiremos siendo los mismos. ¿No?

21 de marzo de 2014

Mi querido Charles

"He muerto muchas veces 
creyendo y esperando, esperando 
en una habitación 
contemplando un cielo raso agujereado 
esperando la llamada, una carta, un golpecito, un sonido…"



16 de marzo de 2014

Composiciones sueltas

Todo empezó así, una noche cualquiera donde solo se veía la luna, y por el camino nos encontramos un poco de Imitation of Life y Magic.

Cuando llegué me imaginé a tu fantasma rondando por la sala y comenzó la cuenta atrás.

 Se acabará. No es que no me importe, es que simplemente sé que lo hará. Y preferí preparar una fiesta de despedida por cada uno de aquellos días que fueron tan plácidos, ingrávidos, tan rápidos, tan fáciles, tan intrépidos, tan imbéciles… Que se marcharán. Porque recorrimos mil millones de kilómetros, para encerrarlos en aquel micro-universo, indefensos años luz de los refugios que guardan nuestros secretos. Donde derrumbaste las barreras levantadas por desastres naturales que nacieron de quedarme con lo malo del recuerdo de fantasmas. En los tiempos que faltabas.

Aunque sigo oyendo hablar de magia y efectos especiales. Sigo viendo en la distancia fuegos artificiales explotando... Sigo esperando a que tú me digas que me marche. Y ahora sólo queda la marca que ha dejado el paso del tiempo. Ciertas formas de movimiento, un recuerdo, un acto reflejo. El soplo de viento que ha unido atrevido tu olor con el mío. Los recuerdos de días que ya no nos quedan, testigos de incendios llamando a tu puerta. ¿Y qué vas hacer? ¿Correr lo más rápido que puedas?

Quedan tan lejos aquellas escenas, de patios, de heridas, de juegos de guerra. De no saber, de no pensar, de no importar, de ver estrellas. ¿Y qué vas hacer? ¿Volver a ser el que eras?

Porque será fácil cerrar los parpados, sellarlos para no tener que vernos. Lo difícil será dejar que por los poros penetren dentro. Será fácil separar la mente de los actos y olvidar a los extraños. Lo difícil será acordarnos lo que perdimos por no hacernos daño.

Y recordaremos los momentos de los magníficos excesos, de paz estática anti-gravitacional al tiempo. Pero recordar los finales no nos deja imaginar cómo sería empezar. Sólo somos animales que tienen miedo de no ser capaces de controlar... que vuelva a pasar, o que volverá a ocurrir. Esperando que si caemos lo suficiente, a base de caer y levantarnos, podamos recordar los pasos que nos llevaron a perder el centro. Y es que en esta penúltima vez que nos damos la espalda, ya cubrimos mayores distancias y es buen momento para hacer balance. Y antes de que se nos haga tarde, decirte que no, será fácil recordarte.

Pero lo voy a hacer. Digan lo que digan, lo voy a hacer. Cruzaré la fina línea y ¡Lo voy a hacer! Ya es hora de superar el miedo a lluvia. Así que deja de mirarme, sé lo que quieres. Deja de sonreír a todos, ya es suficiente. Relájate, conseguiste conquistar a todos. Relájate, ya nos tienes en tus manos. Recuérdame por qué no debo, pensar en respirar más fuerte, más hondo, más limpio, más aire fresco, y abandonar este agujero.  Porque ahora que la explosión nos dejó solo ruinas y humedad. Y ahora que todo es de un color más oscuro que dirás. Preferimos verte lejos…

Así que poneos cómodos, sentaos y escuchad vuestro futuro: Un invierno largo, un invierno gris, que va a durar, el resto de vuestras vidas. Porque si mañana no puedo ponerme en pie, al menos dime que conseguiré decir a Houston que volvemos a casa y que lo hemos conseguido.

Y es que al final, se acaba viendo dos pequeñas estrellas al lado de la Luna, y tú, dame una señal, que yo buscaré un disfraz..

15 de marzo de 2014

Sigo esperando a que tú me digas que me marche

A veces no hace falta echarse a llorar como para llenar un océano, basta con soltar una lágrima o dos en mitad de un concierto, rodeada de magia y efectos especiales.

9 de marzo de 2014

No faltaba más

¿Ves? Es como saber que tienes que terminar el libro, pero te faltan las palabras, te falta la magia, te falta el vapor y el aire, te faltan las faltas. Me faltas tú joder.
Me falta el valor para hablarte, para decirte algo más del “¿Qué cambios me traes?”
Me falta la luz que me hipnotizaba nada más verte.
Me falta el espacio que recorrimos a cientos de kilómetros hora.
Y me faltan las horas pasadas en un mismo espacio a deshora.
Me faltan los besos sin signo que nunca nos dimos.
Y aquellos que sí los guardé en la memoria.
Me faltan las estrellas y la cruz.
Me faltan las estaciones sin trenes y los trenes sin llegada.
Me falta hasta el anillo que casi lleva tu nombre escrito.
Pero sobre todo, me faltas tú. 

Satelles y Ventus

Y tú, mi amada, mi lucero, la que me mira, mi sonrisa. ¿A qué viene tanto escondite si desde mi cama te veo? Deja de esconderte tras los árboles y las nubes y en el cielo, que sé que me espías mientras duermo. Que te gusta verme llover y observar cómo...

A veces conseguía olvidarme de él.

Entonces un gélido viento le rozaba y un frío eterno le atravesaba el alma. Lo mismo así el recuerdo le despertaba.

8 de marzo de 2014

La bahía del sordo

A veces se creía que ella era un barco varado en la playa, esperando a ver si el mar se calmaba. El problema fue que su cama era la bahía donde navegaba, y cada noche al volver, las olas le golpeaban.


2 de marzo de 2014

Y romper el resentimiento

Tiré el pañuelo de papel con tal fuerza que deseé que fuera un balón de peso para que rompiera el suelo. 
Lo mismo así te dabas cuenta de hasta qué punto le odiaba.

27 de febrero de 2014

Tablones de madera y nieve

Todo es frágil, incluso el suelo que pisamos, porque algo tan simple como un paso puede convertirse en el paso que das para estar en un lado u otro. De la vida a la muerte. Una delgada línea que parece distante y en realidad hace que sean vecinas.

Porque a veces hay que construir puentes, de eso ya hemos hablado, pero nunca hablamos de si había que cruzarlos. Y quizás sea la parte más difícil del viaje, pasar de una orilla a otra, cruzar el umbral de bienvenida y salir por el de salida.

Hoy tuve que cruzar uno, con un peso encima que no me dejaba ver más allá de donde pisan mis pies. Se cruza una vez, dos veces, tres y cuatro, hasta que el camino se te hace conocido y sabes por qué parte cruzarlo. Pero el peso es peso, no puedes cargar siempre con tus demonios encima, a veces se vuelven contra ti.

Hoy la batalla se libró encima de un puente, uno hecho de tablones de madera y nieve, de esos que se tambalean si tropiezas.

Y tropecé.


No sé bien cómo, si fue el peso o fue el pie, pero tropecé. Y ellas gritan y grito y es que decaigo, tan claro como que muero si llego abajo. Pero a veces mantener el equilibrio no es tan sencillo, pisas de una forma y nada vuelve a su sitio. Porque no soltaste los demonios y llegar a la orilla parece casi imposible. Y es a veces se rompe a llorar y a reír al mismo tiempo. Porque ríes no sabes bien por qué, quizás dando gracias a la vida o al simple ser, a no haber caído y dejar de ser, a no estar muerta y vivir de una vez. Y dar gracias por soñar, por poder, por amar y por poder amar también, por luchar, por seguir, por dejar, por saltar y bailar, por cantar y tocar, por reír y sentir, por no dejar de vivir… Y se llora también, claro que se llora, se llora por el miedo que corre por tus venas y nada despacio. Y se aprende, a no cruzar puentes solo, a que en ocasiones tu enemigo llora también contigo y que siempre habrá alguien que corra para rescatarte cuando tropieces.


I would die for you - Matt Walters

26 de febrero de 2014

El candil perpetuo

Ella esperaba que fuera la última persona a la que le decía buenas noches antes de irse a dormir, o al menos eso quería creer ella, cuando lo cierto es que nunca llegó a saberlo por completo.


Lo mismo esa incertidumbre, esa pequeña llama de vida y expectación, era lo que le alentaba al despertar.

23 de febrero de 2014

Tercera, octava, novena...

Créeme que tú nunca le conocerás como yo le conozco a él. Y es que cada vez que hablo con ella se me viene el mundo a los pies, y desorientada ya no sé qué dirección es el sur y cual el norte, lo mismo me quede estancada en el estanque. Lo malo es que yo observo, y miro, y ando atenta  a las palabras de los demás, como si fueran la única medicina que me mantiene con vida, cuando mi vida es más tuya que mía y ya no estás tú. Entonces yo vuelvo a repetirme lo de tantas veces. Pero ya no sirve, o eso creo, ya no hay más porvenir del que está en juego. Ya no hay paso hacia adelante o atrás, ya no hay vals. Ya no hay abismos del que caer estando en sueño, porque no se cae sino estas dentro. Y hoy alguien me dijo: “Quien lo iba a decir, Nana enamorada y pensando en el amor”, y yo dije “No es amor, era algo más que eso, era como estar en un sueño”

Porque tú te convertiste en sueño, y créeme si digo que no hay noche en la no te vea dentro. Entonces no se distinguir ficción de realidad, porque en ambos estas como ausente, como convertido en otra especie, como vuelta a empezar pero nunca empieza, y yo siempre ando huyendo por si no llega a haber una tercera. Pero ya lo dijiste tú, no es que no haya una tercera, es que ya iba por la octava y la novena, y contra eso, mi amor, o simplemente mí y de ahí paso al yo, porque tú eras capaz de sacar mi verdadero yo mejor que nadie, aquel que parece que no existe y apenas sale. Aunque siempre que estabas tú salía, y con valentía e incluso confianza en las últimas semanas, como aquella tarde de domingo cuando se nos hizo tarde y tu siquiera rozabas. Rozabas el sueño, me refiero, porque de realidad ya estábamos muy llenos. Malditas horas que pasaban por mi dedos como arena, si lo llego a saber nunca le doy la vuelta al reloj de arena.

Pero que te voy a decir que ya no sepas… Que le odio a él y eso que yo no odio a nadie, pero si de algo estoy segura es que te quise más que a nadie.

20 de febrero de 2014

Realidad modificada

No te das cuenta de lo mucho que significan las palabras para ti hasta que ves que las lágrimas se deslizaron por tu mejilla, goteando hasta tu pecho y acabaron resbalando. Entonces es cuando te fijas en el reloj y ves que has llorado durante horas por las verdades que leías pero que no eran tuyas, porque todo lo que habías leído era tu verdadero yo. Aquel que siempre se esconde, el que de verdad se hace pedacitos de dolor. El que sabe a quién amas realmente y a quién no. El que te grita por ser una hipócrita. El que no te deja tranquila en los sueños. El que habla mucho más claro de lo que lo has hecho aquí ahora.

Y la verdad es que soy esa persona que vive encerrada en el pasado, del recuerdo constante, la que no para de escuchar canciones que le duelen en el alma porque son la banda sonora de su vida. Soy un conjunto de sueños a medias por culpa de ese miedo y ese orgullo. Soy un puñado de experiencias sin orden. Te conozco, me gustas, te gusto, te ignoro, me enamoras, me ignoras, te quiero, me dejas, te dejo, me quieres, me confundes, te alejas, lo dejo… Un círculo obsesivo en el que siempre acabas tirada en la cama, con el piano resonando en tu cabeza y con las lágrimas a punto de ser desbordadas.

La prosa con toques de verso, pero sin métrica alguna. Olores que te consumen poco a poco, como el de un cigarrillo mal apagado. O frases que catalogas en las etapas tu vida como minuteros. Y acabas loca, como drogada, en esas horas de la noche en las que ves la realidad modificada. 

9 de febrero de 2014

He (never) made me love

A todos los que han sido la primera vez en tantas cosas… ¿De verdad creísteis que erais los primeros? Porque para mi jamás fuisteis amor y acabé olvidándoos de verdad, entonces  me dije “nunca más”, y es que me hice tanto daño a mí misma…

No quiero más tú, no quiero tener que olvidar el color de tu sonrisa, la figura de tu risa, el olor de tus pupilas, el abrazo de tus mejillas, tan cerca de las mías. Y es que seré sincera, no quiero no llegar a recodar el contorno de tus cartas, la letra de tus manos creando trazas, esos sexos rozando pero sin llegar a hacer. Y no tener que quedarme en el fondo de la habitación, a no ser más que reproches de diálogos que debieron haber quedado en imperfecto(s). Y es que siempre fuimos tan desastres, sobre todo tú, o yo, nunca me quedó claro del todo, lo mismo fuimos los dos. Y dos, ambos, pares, eternamente variables según el tiempo en el que nos juntábamos, pero casi nunca era así. Nunca, casi nunca… típico de nosotros, o lo mismo de tú y yo, o simplemente yo.

No tenía más que tiempo que gastar, y ese tiempo mortalmente acababa en ti, sin importar si era gastado o ganado, pero la guerra siempre la ganaste tu, o al menos las pequeñas batallas. Era como si no nos apoyáramos el uno en el otro, era una lucha por ver quién llegaba a más, quien era más valiente, más “vete de aquí” y al final nunca regresamos, no hubo más que negación.


Pero entiende, cariño, que nunca llegaste a hacerme el amor. 


Love more - Daniela Andrade & Gia Margaret (cover)

1 de febrero de 2014

Para ti, mi carta

Quiero ser libre de falsedades. Quiero decir todo de una vez, sin importarme si llegarás a leer esto o no. Aún no entiendo qué es lo que está sucediendo ahora mismo, pues solo se me ocurre plasmar lo que siento. Y es que cada noche, antes de dormir, siento una nueva lágrima derramada sobre mi almohada. Que tengo que decirte lo que siento, pesa demasiado y no puedo más con el silencio. Que estoy tan vacía que apenas siento nada, todo por culpa de esta pobre alma lacerada.

Me maltrato al escribir todo esto, porque mi pasado se hace presente, y pienso en el futuro y me siento impotente. Aunque recordé una vez más, si tienes algo que decirme estoy en el mismo lugar. Estoy viviendo del recuerdo, y me olvido del olvido, aún mantengo la esperanza de volver a estar contigo. Espero que tú aun me recuerdes, te quiero demasiado y aun temo perderte. Todo esto es lo único que alcanzo a razonar en estos momentos, lamento no poder dar más, pero simplemente no puedo…  Solo se decir lo siento.



Firmado: K. S.

19 de enero de 2014

Loa al cronopio

Hoy lloré tanto Mario. Ya ves, iba saltando del uno al dos, y del dos al tres me quedé estancada y me paré. Lo peor vino después, porque en esa rayuela es la piedrita y no el rayo del final lo que te deja estaqueado en la mitad del patio, y te quedás mirando hacia el cielo y luego la ventana, y de la ventana a la puerta, así hasta que no sabés qué esperas y te pierdes.

Te perdés porque Rocamadour se muere, la Maga desaparece y no sabés qué fue de ella o si está muerta (aunque lo mismo se ahogó en aquel río metafísico), y de Babs, Wong, Etienne y todos los del club no se vuelve a saber nada, lo mismo los envenenó la serpiente. Porque del lado de acá aparecen Traveler y Talita, que a la vez es también la Maga aunque Manú la llame Talita. Y perdóname por este acento que no me pertenece, pero hoy quise ser un poco argentina, o un poco uruguaya, o un poco metafísica. Oh… Si supieras lo triste que estaba hoy, y también acongojada y obscura y esférica, la parábola del tonto cuando baja.

Ya sabés Mario, siempre necesito un poquito de ti y de los otros también, pero sobre todo un poquito de ti. Y entender que es por alguna barrera que no llegamos a ver pero que está ahí, que hace que nos volvamos de espaldas y solo cuando uno se gira un poco se da cuenta que en realidad estábamos tan cerca que asusta. Sí, asusta idiota, porque después de tanta pena asusta que dos personas sigan teniendo esta química, o más bien física, porque vos sabés que la gravedad nos hacía débiles y yo te amé hasta el extremo.

Cosas que dice una, dirás, y puede que no, pero ya lo dijo Cortázar en su día, paf y se acabó.

“Ambos sabíamos que para vernos como queríamos era necesario empezar por cerrar los ojos”.


Solo – Ludovico Eunaudi

12 de enero de 2014

De tan poco a tanto

Porque en el fondo te sigo queriendo tanto... que el poco se queda corto en este exceso desmesurado.

7 de enero de 2014

De la página 6

¿Qué vas a hacer? ¿Volver a ser el que eras?

No puedo quitarme de la cabeza la idea de que todo está cambiando, pero no me preguntes por qué, no, no lo hagas, porque no dejo de pensar y querer y esperar que algún día me atreva a llamarte y decirte que vengas. De igual manera que hoy no hubo regalo que abrir, ni palabras que decir, ni pedazos que volver a unir.

Hoy ya no queda nada, no hay pérdida ni encuentro, ni búsqueda o altercado, entiendes lo que quiero decir, ¿no? La nada, algo tan abstracto, que no está, no existe, no se halla se mire por donde se mire. Eso me encontré hoy, nada, como una cuenta atrás que acabó antes de empezar a contar. Y eso que pasó todo tan rápido, fue tan frágil, tan inefable e incierto, tan mágico y sobrenatural que apenas llegaba a parecerse a un sueño. O al sueño de un sueño que una vez tuve dormida a tu lado. ¿Recuerdas? Doy por hecho que sí, ¿quién no recuerda en esta época? Y el que esté libre de olvidos que tire la primera piedra.
No quiero ninguna controversia, a estas alturas ya no. No quiero más futuros inciertos, pero lo cierto es que tampoco me atrevo a decir lo contrario…


Palos de ciego - Izal