24 de abril de 2016

La Catedral

Doy gracias a la bendita maría que llevo consumiendo
en lo que me parece ya un invierno y medio entero,
porque es gracias a ella que esa noche
tras unos chupitos algo cortos de vodka y ginebra mezclados,
acabé cayendo sobre tu cama
como cae el rayo sobre un árbol.
Entonces vimos las estrellas pasar
y a la Giralda irse a dormir en su propia oscuridad,
porque tu azotea nos envolvía
como si fuéramos a dejar de existir,
o nos fuéramos a convertir en
la Osa mayor,
o en la Osa menor.
Nunca lo llegamos a saber.
Quizá fue Venus que esa noche despertó
a quien no debía y entonces tú decidiste
que mis pantalones sobraban
si tu piel rozaba la mía.
Fue tras eso y un portazo disimulado
que me llevó desde la entrada a tu cuarto,
cuando comenzamos a desenredarnos
de nuestros propios cuerpos y a desnudarnos
el alma sin complejos.
Porque todas las palabras dichas en cama
son válidas siempre y cuando
las dos partes mantengan la calma.


I wish it were true - The White Buffalo