9 de octubre de 2016

De cómo pasar un verano entre paredes que te encierran

Ya no sé ponerme frente al blanco del papel y la tinta.
Porque me he vuelto más del papel de liar y las boquillas.
He ahogado todas las palabras que esperaban salir cuando no estabas
en vasos llenos de líquido algo tóxico y analgésicos
que tomo cuando me duele un poco ese espacio
que antes llenabas para tapar todos mis demonios.

Y hoy es de las pocas noches en las que me quedé en casa,
tumbada en la cama.
Porque hace meses que salgo todas las noches solo para poder fumar en paz.
Aunque sea en un largo paseo por el parque o
salir a casa de R. a tirarme un rato en su sofá.
Porque con él se está tan bien que a veces me pregunto
por qué dejé de verle, si es de las pocas personas
que creo que me comprende.
Aunque su fin sea siempre el mismo,
darme un poco un poco de charla y luego bajarme las bragas.
Y ya no haya amor ni haya cariño,
solamente soledades que se complementan
cuando no queda nadie tras la puerta.


Nana Cruel - Robe