Mi problema ahora no es la tinta del papel, es la que se queda en el tintero.
Así de sencillo.
Así de sincero.
4 de marzo de 2015
Le dije: - No es mi culpa si me gustan los capullos sin corazón.
A lo que ella contestó: - No te culpo. Sé que en el fondo, es porque tienes corazón de sobra para dos.