A veces pasa, y pasa antes de darnos cuenta siquiera. Pasa y entonces sentimos que el frío nos invade, que las luces están marchitas y con ellas nuestra vida. Y mires a donde mires no tienes a qué aferrarte, que el tren pasó deprisa y la estación está vacía.
A veces pasa, y entonces tu corazón vuelve a latir a un ritmo constante. Pasa y mirar por la ventana es la única salida, porque ya no tienes puerta en la que esperar.
Entonces pasas a un crepúsculo infinito, sin saber bien cuándo acaba el día y dónde empieza la noche. Pasas a un comienzo nuevo sin estrellas o espejos, sin viento que te enrede y te deje sin aliento. O a no tener que esperar que alguien te mande un mensaje de buenos días, ni de buenas noches. Quemas las cartas y la habitación luce un poco cargada de aire que se asfixia. Es ahora cuando abres la ventana y el humo se escapa. Solo quedan ahora unas cuantas cenizas y una carta viva.
Facing demons - Zack Hemsey
¡Me encanta como escribes! No sé, este tipo de textos tienen cierto aire de misterio...
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