¿Qué vas a hacer? ¿Volver
a ser el que eras?
No puedo quitarme de la
cabeza la idea de que todo está cambiando, pero no me preguntes por qué, no, no
lo hagas, porque no dejo de pensar y querer y esperar que algún día me atreva a
llamarte y decirte que vengas. De igual manera que hoy no hubo regalo que
abrir, ni palabras que decir, ni pedazos que volver a unir.
Hoy ya no queda nada, no
hay pérdida ni encuentro, ni búsqueda o altercado, entiendes lo que quiero
decir, ¿no? La nada, algo tan abstracto, que no está, no existe, no se halla se
mire por donde se mire. Eso me encontré hoy, nada, como una cuenta atrás que
acabó antes de empezar a contar. Y eso que pasó todo tan rápido, fue tan
frágil, tan inefable e incierto, tan mágico y sobrenatural que apenas llegaba a
parecerse a un sueño. O al sueño de un sueño que una vez tuve dormida a tu
lado. ¿Recuerdas? Doy por hecho que sí, ¿quién no recuerda en esta época? Y el
que esté libre de olvidos que tire la primera piedra.
No quiero ninguna
controversia, a estas alturas ya no. No quiero más futuros inciertos, pero lo
cierto es que tampoco me atrevo a decir lo contrario…
Palos de ciego - Izal
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