Mamá, hay muchas cosas que no te he dicho
como por ejemplo, que D. y yo sólo somos
follamigos.
O que puede que sea algo alcohólica y drogodependiente,
pero de esto último únicamente de maría y algunas
pastillas.
Luego vienen los problemas cotiadianos,
como los estudios o no encontrar trabajo
pero de eso las dos sabemos que miento para mantener
a raya los nervios del escándalo.
Me he callado tanto,
como que fui violada una noche pero estaba demasiado
borracha y colocada para sentir algo.
O que me drogaron y hubo una noche que la pasé en blanco.
Llevo tanto tiempo así que no sé distinguir qué fue ficción
de realidad.
Y a la realidad.
A esa zorra malnacida no quiero verla porque sé
que entonces poco a poco, me hará sentir tan pequeña
como Lexie o Ellie cuando se echaban a llorar.
Entonces, busco la anestesia de la que antes te hablaba, para
callar mi cabeza y no pensar más.
Porque como piense, no existo.
"- ¿De verdad te gusta esto?
- Sí.
- Debe ser liberador que a nadie le importe cómo te sientes.
- Abrázame."
Y a mí no hay quien me abrace de verdad,
así que vuelta a empezar.
22 de diciembre de 2017
13 de diciembre de 2017
Resina en ámbar
Que te vayas con la aurora,
que sé que soy el crepúsculo
en las tardes de domingo en azoteas
pasadas a base de yerba y cerveza.
Sé que no sé hablar de otra cosa, porque
no dejo de pensar en ti, y en cómo
el futuro se va pintando con olores
que se asemejan a brújulas perdidas,
a leves sonrisas, y a llantos que no dejan respirar porque
con este vendaval, ambos sabemos que vamos a acabar mal.
A veces se necesita tan poco para hablar,
para decir, por ejemplo, que esta noche hay
chicos gritando como locos,
que no me dejan escuchar la música en paz.
Y paz.
Paz.
El paladar que muerde la lengua y el labio
inferior.
Las manos que siempre buscan y encuentran carne
quemada y arañada y rota.
Cada vez me rompo un poco más,
cada vez que dices...
Pero eso no importa.
No se le debe dar importancia a algo tan común como es
buscar el cariño y el afecto en personas ajenas a las cuales
no me pareceré jamás.
Quiero pensar que mañana será distinto,
que en este juego podemos ganar los dos,
sin salir heridos ni con vencidos.
Untitled 1 - Sigur Rós
que sé que soy el crepúsculo
en las tardes de domingo en azoteas
pasadas a base de yerba y cerveza.
Sé que no sé hablar de otra cosa, porque
no dejo de pensar en ti, y en cómo
el futuro se va pintando con olores
que se asemejan a brújulas perdidas,
a leves sonrisas, y a llantos que no dejan respirar porque
con este vendaval, ambos sabemos que vamos a acabar mal.
A veces se necesita tan poco para hablar,
para decir, por ejemplo, que esta noche hay
chicos gritando como locos,
que no me dejan escuchar la música en paz.
Y paz.
Paz.
El paladar que muerde la lengua y el labio
inferior.
Las manos que siempre buscan y encuentran carne
quemada y arañada y rota.
Cada vez me rompo un poco más,
cada vez que dices...
Pero eso no importa.
No se le debe dar importancia a algo tan común como es
buscar el cariño y el afecto en personas ajenas a las cuales
no me pareceré jamás.
Quiero pensar que mañana será distinto,
que en este juego podemos ganar los dos,
sin salir heridos ni con vencidos.
Untitled 1 - Sigur Rós
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