Mamá, hay muchas cosas que no te he dicho
como por ejemplo, que D. y yo sólo somos
follamigos.
O que puede que sea algo alcohólica y drogodependiente,
pero de esto último únicamente de maría y algunas
pastillas.
Luego vienen los problemas cotiadianos,
como los estudios o no encontrar trabajo
pero de eso las dos sabemos que miento para mantener
a raya los nervios del escándalo.
Me he callado tanto,
como que fui violada una noche pero estaba demasiado
borracha y colocada para sentir algo.
O que me drogaron y hubo una noche que la pasé en blanco.
Llevo tanto tiempo así que no sé distinguir qué fue ficción
de realidad.
Y a la realidad.
A esa zorra malnacida no quiero verla porque sé
que entonces poco a poco, me hará sentir tan pequeña
como Lexie o Ellie cuando se echaban a llorar.
Entonces, busco la anestesia de la que antes te hablaba, para
callar mi cabeza y no pensar más.
Porque como piense, no existo.
"- ¿De verdad te gusta esto?
- Sí.
- Debe ser liberador que a nadie le importe cómo te sientes.
- Abrázame."
Y a mí no hay quien me abrace de verdad,
así que vuelta a empezar.
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