
Dormimos
algunos minutos en silencio, disfrutando aquella mudez embriagadora que casi
nos deja hipnotizados. Entonces, no sé bien cómo sucedió ni cuál fue el segundo
de partida, que comenzaste a susurrar(me),
ni cuándo fue que hice oídos sordos a lo que (me) decías, que (te) di los tres
besos más perfectos nunca dados.
El primero fue
en la curva que queda entre tu oreja y tu clavícula.
El segundo fue en centro asfixiado
de tu garganta.
El tercero lo dejé caer en la cima de tu hombro.
Porque el
último beso, ese último me lo diste tú y fue a parar a mis labios.
For you - Coldplay
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