Moscas
No entiendo por qué infravaloramos a las moscas. Lo cierto es que en más de una ocasión he creído que no somos tan diferentes a ellas.
Vivimos en un mundo algo caótico, nos dejamos llevar por el
viento y un día sin saber cómo ni por qué, acabamos entrando en la vida de
alguien que trastoca nuestro mundo para siempre. Entonces comienza algo nuevo
para nosotros, curioseamos todo lo que podemos de esa primera habitación, a
veces nos colamos por la escalera y subimos pisos, otras veces son sótanos y
bajamos. Damos vueltas de aquí allá, todo nos parece apacible. Pero de repente,
un día el dueño de la casa decide que ya no nos quiere, que no puede vivir más
con nosotros, somos una carga y decide abrirnos la ventana. Nosotros nos
negamos, peleamos, a veces no vemos que la ventana está abierta, que no hay
cristal, o no queremos verlo. Y de un golpe seco y doloroso, nuestra vida se
apaga y nos vemos morir a manos de aquel que un día creímos amar.
Lo que saco en claro de toda esta historia, es que no importa
las veces que te golpeen y te hagan daño, al fin y al cabo lo único que importa
es seguir volando.
Orden de desahucio en mi menor - Love of lesbian
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