Quiero romperlo todo y
romperte a ti. Romperte a ti como tú hiciste conmigo, porque aquí no hay
amanecer si no es en tu cama. Aquí solo hay oscuridad y hasta las luciérnagas
se perdieron y tuvieron su derrota. Aquí solo hay atardeceres eternos y noches
inmortales al tiempo, distancia y velocidad. Aquí ni hay guerra ni hay paz.
Aquí solo quedan vacíos que me dejó toda la incertidumbre vivida durante años
rotos y que tú, falso ladrón, falso raptor de princesas y héroe, no pudo
controlar y te fuiste de mis manos.
Ahora que estamos más
viejos. Más cansados. Ahora que somos menos tú y menos yo. Ahora que ni
siquiera nos echamos de menos porque no hay sitio para los dos, sólo nos queda
mirarnos a distancia, si es que eso dejó de existir entre nosotros alguna vez.
Ahora estoy solo yo, que ya no sé ni escribir desde que te fuiste y me dejaste
sin corazón para latir. Ese uno, dos, tres. Bum bum. Cuatro cinco seis. Tap
Tap. Se perdió con mis pasos asimétricos en aquel lugar. Ya no hay puente, ni
hay río, ni mezquita, ni cama que nos una en estos valles llenos de nieve.
Ahora esas pavesas son todo escarcha y frío, a lo mejor como yo ahora mismo. A
lo mejor como tú estarás de aquí a algún tiempo.
Escríbeme una frase o dos. Sólo eso. Sólo para poder seguir viviendo.
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