Bastan trece horas juntos para que perdamos el rumbo en este
estrecho mundo. Y eso que ya sé que no soy nada. Y mucho menos para ti, que me
dejaste caer desde tu azotea sin que te importara en absoluto.
Ahora estoy recomponiendo los pedazos rotos, todos ellos
mojados porque desde hace una semana aquí no ha parado de llover. Entonces resbalo y
me vuelvo a caer, que en ese piso tan alto me he dejado muchos besos y orgasmos
por hacer, por lo que yo, inútil presa, vuelvo a subir para que a la mañana
siguiente me empujes desde tu ventana a la calle sin aire que beber.
Así que para afrontar la situación giré sobre mí misma para
ponerme al frente de la resignación. Lo único que olvidé fue que no puedes
resignarte con la boca que te va a comer. Entonces me viene a la mente tu “devuélveme el polvo” minutos después de
correrte, porque si por mí fuera, te devolvía hasta el mundo con tal de que me
hubieras dado la vuelta justo a tiempo. De esa forma no habríamos girado cual
peonza chocando contra gente, puertas y paredes aquel jueves; ni habríamos fumado tanto como
para que la realidad se desvaneciera por si este entreacto no cesa; ni nos habríamos
amado, aunque fuera en micro-momentos que duraron lo que tardé en decirte que
sí, que me tenías entera para ti, porque a partir de ahí, toda ilusión,
sentimiento o abrazo quedó en el mismo lado. Ese lado, que hace casi un año
he estado intentando
ordenar en vano.
Porque las ilusiones, se apagan.
Los sentimientos, se sufren.
Y los abrazos, solo pueden ser correspondidos
Si hay otra persona que los cuide.
"Un aplauso por todas las parejas que se aman en pleno miércoles por la Alameda de Hércules."
¿Por qué combatimos? - McEnroe / Fake Plastic Trees - Radiohead
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