"Vente que te echo de
menos.
Hace mucho que no te
veo
Y me pica tu ausencia."
Tras eso me llamaste por mi nombre
haciendo que la primera vocal
se repitiera unas siete veces más.
Hay cosas que se dicen sin pensar
y que, con el tiempo, te vuelven loca.
Esas frases supusieron un antes y un después
en ese espectro ansioso de rabia y de ganas
que nos teníamos en aquellos días grises,
o mal iluminados por una portada de luces
que casi nos deja ciegos y destartalados.
Pero qué le vamos a hacer al tiempo pasado,
ese
en el que cada uno de nosotros supo encontrar
el equilibrio en noches cercanas al alba.
Y otros días que pasaban como si diluviara en
casa.
Siempre quedaran esos recuerdos
en azoteas alejadas,
de manos pulcras y sabias,
de idiomas nostálgicos y
alguna que otra lágrima.
De días que pasaron como si fueran años.
Y años, que quedaran guardados
en el cesto de nuestra historia,
que no es otra que esta,
que de a veces se nos pierde y nunca evoca.
Esa historia, que hemos dado tanto de lado,
que acabamos por dejarlo todo estancado
en conversaciones de idiotas
que nunca llegaron a decirse
todo aquello que pudieron haber sido
y que con el tiempo, no espero
que seamos.
Porque me atraes a ti,
como ese rayo a ese árbol,
como la oscuridad a la Giralda,
como esas flores que ella me puso
aquella noche de ríos sin agua.
Ha sido muy así...
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=i3LvJgi_FgA