que la cuerda, no
era suelo firme,
que las bocas
engañan y a veces
dicen cosas que más tarde,
te dan de bruces con
aquello que llamamos realidad.
Yo ya sabía que el
Paseo de Tristes, a partir de las doce,
únicamente podría
transformarse en soledad, que
tus gestos y tu cara
quedarían inmortalizados en esa
silla en la que
ahora sólo hay abismos, que me llevan
bajo tierra y que me
hunden.
Yo ya sabía que la
fotografía mental que tomé anoche,
los solos de
guitarra y las armónicas, el mechero que da luz
y me deslumbra, la
ráfaga de viento que hizo bailar tu camisa
y tus ojos riéndose
en un amago de hacer otra conquista,
cuando lo cierto es
que ya me tenías colonizada
desde abril.
Convertiste mi cama
en un campo de batalla y ahora
me va a tocar sufrir
la pérdida y el duelo a mí.
Soy la única sobreviviente de este naufragio,
estoy cargada de papeles y lápices
que me permiten luchar de tanto en tanto.
Pero esta guerra ya viene de antes,
del poder que di a los hombres de devorar mi alma
como si fueran caníbales salvajes.
Brot - Oláfur Arnalds
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