Es jodidamente extraño, porque puedo hablar de miles de momentos que he vivido o pasado y aun así no puedo escribir claro.
Bueno, ya sabes de lo que hablo, el odioso hormigueo dentro de
ti, el vacío en el precipicio donde siempre habitamos, la hoja de más que nos
guardamos, querer empezar y quedarte en la e.
E impacientes esperamos vivir mil años que concentramos en las
centésimas de segundo de un beso. En las miradas eternas que traspasan
planetas. En inhalar cada parte de tus poros, para luego suspirar y que se
pierda en la inclemencia. Y de la e
pasamos a la z sin darnos cuenta, para dejarle al azar nuestro camino en la
tierra.
Puede que queden muchas palabras por escribir, miles de versos por decir y más de un silencio por destruir, pero no por ello tengo miedo a acabar en la r, porque con la r podemos rotar y rotar y rotar y rotar…
Varðeldur - Sigur rós
Y rotar... Me han encantado estas palabras.
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