-Aquella noche fui corriendo porque hubo un antes previo al
conocernos. No recuerdo el momento concreto, pero entre recreos tu cara me
vislumbró.
- Corríamos perdidos para que al final siempre acabara
dándome de frente contigo. Fueron tantas las veces que creí que todo acabaría
que me acostumbré a vivir en ese estado de incertidumbre cada vez que aparecías
por la puerta.
- Y de incertidumbre estuvo hecho nuestro universo, mas esta
noche como tantas otras no logro evitar apartar mis ojos, como si fuese la
primera vez.
- De una forma agradablemente extraña es como si volviéramos
a escribirnos igual que hace años, mientras el viento nos congela, los aviones
pasan y alguna que otra estrella a lo mejor vuelve a caer.
- En el lugar donde todo comenzó. Donde tantas veces temblamos,
donde el mundo se limita a un nosotros que aún resuena como un eco silenciado.
Hace años comenzamos a escribirnos unos metros más arriba. Y ahora, rodeados de
precipicios y titanes invisibles volvemos a soñar.
- Parece que todo sigue igual, que en este pedazo de tierra
el cielo se hace cercano y que por mucha agua que caiga nada cambiará. Pero lo
cierto es que cada noche es distinta, siempre nos queda un piso por descubrir,
una canción por escuchar, nuevos sentimientos por encontrar…
Entrada conjunta con Antonio, autor del blog Un lugar al que regresar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario