Ya sabes, hay veces que
duele ver que ocurren cosas como estas. No es fácil para nadie, pero tampoco tenía
elección. Si me giro hacia ti y te digo lo que digo, no llego a saber si es la
línea que quería seguir escribiendo o no, pero no puedo negar que esa
línea que escribimos fuera verdad, aunque a lo mejor fue una especie de juego
enfermizo lo que nos hizo volver atrás.
Así que aquí estoy, con algo de insomnio todas
las noches, no sabiendo si te tengo o si te llegué a tener alguna vez. Pero los
fantasmas golpean todas las noches la ventana mezclados con el viento y las
ansias. Sin esperanzas o libertades, porque todos están locos y no sé adónde voy
contigo o sin ti. Y si todo se basa en estos entre-tiempos y sale-tiempos, creo
que voy a sucumbir.
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