6 de diciembre de 2015

El círculo se cierra

Que alguien ponga un piano en mis manos, sino me voy a cagar la tabla de madera de tanto teclear la nada en ella. Eso o un pincel, lo que prefieras. Pero nunca más me vuelvas a poner una pluma con tinta en las manos. Porque no, no volveré a escribir.