14 de noviembre de 2019

Deshumanización

Ortega habla que el nuevo arte está deshumanizado,
y lo único que me encuentro deshumanizado soy yo.

Estoy tan fuera de mí que a veces me observo desde arriba,
como si fuera sólo un ente y no tuviera cuerpo.
Me toco intentando reconocer algún músculo o hueso,
y apenas recuerdo la cantidad de costillas
que se unen al esternón.
Las rodillas me crujen si las muevo, y las manos,
las manos se me agarrotan entre el frío y el barro,
y paso más tiempo con ellas bajo el agua,
que dejándolas flotar en el espacio.

Entonces, los gritos en el taller por no saber
que hay que esperar que se formen islas,
que la mano no se mete en el cubo
hasta que la escayola se fragüe,
que el molde se tiene que sumergir en agua
para luego lavarlo con jabón y con aceite.

Entonces, el papel que hay que frotarlo muy lentamente
para que salga bien y la tinta se quede.

Entonces, la tinta en la tabla y la cola aguada,
el pigmento espesado y yo con más interrogantes
que respuestas.

Entonces, que alguien (que no sea Ortega, por favor)
me pellizque y me explique, si la deshumanización del arte
tenía que ver con todo esto,
o si la única deshumanizada
soy yo.




Undir - Ólafur Arnalds