27 de junio de 2015

¿Quiénes somos realmente?

Hola, soy yo otra vez.
He vuelto a llamar a la puerta. Pero no era a ti a quien estaba buscando. No. Era a mí misma. A mi yo del pasado. Porque resulta que ahora soy el Yo del futuro, ese al que mi Yo del pasado dejó a cargo de las cosas que siempre dio de lado.

Ahora nadie puede abrir la puerta porque en esa sala solo quedan fantasmas.
Todos ellos muertos. Todos ellos inertes.
Ya no soy ese fantasma que anda por la sala esperando, intentando asustar a alguien.
Tampoco soy el polvo que ensucia esa sala creyendo, que quedan chispas en el corazón exánime.
No soy ni la gravedad que lanzaba dagas hiriendo nuestros cuerpos laxos.
Ni la funambulista que tomaba por tierra firme el alambre.
Yo, que fui toda fuego polar. Toda viento sideral. Toda grito y cristal.
Reina del Sur y de los valses a más de medianoche.

Y ahora he tenido que crear un mundo aparte y reinventarme.

Disco Mi primer atraco - FULL

15 de junio de 2015

De tiempos verbales

No he mirado un libro todavía, y eso que en cuestión de horas me juego el futuro.
Yo a veces me pregunto que qué significará eso.
Pero no, hablemos con propiedad.
En realidad sí he mirado un libro.
El mío.
O el tuyo, como prefieras llamarlo.
Creo que ya no es de nadie.

Lo he releído por encima, parándome en las cartas que más verdad esconden.
Entonces me paré en seco,
Me he encontrado atemporal en todos ellos.
Y a ti con ellos.


Inmortales - FULL

8 de junio de 2015

If so, be free

"Do you come together ever with him? 
Is he dark enough, enough to see your light? 
Do you brush your teeth before you kiss? 
Do you miss my smell? 
Is he bold enough to take you on? 
Do you feel like you belong? 
And does he drive you wild or just mildly free? 
What about me?"


7 de junio de 2015

Mi último canto a esta tierra sureña

La tinta con este calor se secó y tuve que comprar un tintero nuevo. Aunque tampoco es que tuviera que decir algo con este viento y este pseudo-invierno.

Aquí dentro, por raro que parezca, sigue siendo invierno, donde el frío lo ahogué entre vasos de alcohol y papeles de muertos. En ese fragmento de mi odiamado Charles me encontré a mí misma. Lo repetí de memoria durante doscientas noches en vela, cuando una siempre espera una llamada, cualquier carta, un golpecito, un sonido… Y Santi que dijo que "tanto hablar del fin que ahora apenas duele” no tenía ni idea de lo que eso suponía para mí cada viernes. Con cierto personaje de cuento me volví a encontrar y me di cuenta de que solo iba a vestir la plata una vez, que el telón no se volvería a abrir desafiando el final, y que pasar los años con tantos vivos y muertos a la espalda no es buen plan. Al respirar una se puede ahogar incluso dándole el aire en sangre, aunque más bien fue en calor asfixiante. Y es que por muchos regalos que nos queden por abrir, siempre nos quedará el eco.

Ahora que he vuelto a sangrar, y a base de meses me he dejado la piel en gritar, bailar, cantar y llover torrentes de agua sin que me importara que mi tito o mi hermana me miraran, podría decir que me he despedido de esta tierra sureña. Porque el resto de cosas que he hecho… no, no valen la pena contarlas.