10 de mayo de 2019

El tiempo pasará


«y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella.»


Me convertí en una hormiga
que hacía rápel de tus labios a tu mandíbula,
y de ahí, bajé hasta que no me quedó
más piel que recorrer con mis dientes y mi miel.

Entonces, di un paso atrás y miré a la tierra,
para verme reflejada en ella y saber
que ese polvo sería el último que quedaría
por volar levemente hasta posarse
en los muebles de esta habitación.

Y todo lo que vendría después, el intrincado
de pornografía belga junto con plástico y saliva,
la charla de peluches gigantes y los tres
orgasmios que nos dejaron descansando,
todo ello, dio paso a un subir sin tregua
que nos llevó hasta el cielo y aún más arriba.

Yo no soy de nadar ríos metafísicos, yo
los vuelo cual ave rapaz esperando poder
comer los pedazos que dejaste de mí misma,
y así, saber que de cada cadáver que deje
volveré a renacer gracias a todos esos trozos
que nunca quisiste para ti.


Tú que vienes a rondarme – María Arnal i Marcel Bagés

2 de mayo de 2019

Los adverbios son importantes

Yo ya sabía que los perros venían a atacar,
que la cuerda, no era suelo firme,
que las bocas
engañan y a veces dicen cosas que más tarde,
te dan de bruces con aquello que llamamos realidad.

Yo ya sabía que el Paseo de Tristes, a partir de las doce,
únicamente podría transformarse en soledad, que
tus gestos y tu cara quedarían inmortalizados en esa
silla en la que ahora sólo hay abismos, que me llevan
bajo tierra y que me hunden.

Yo ya sabía que la fotografía mental que tomé anoche,
los solos de guitarra y las armónicas, el mechero que da luz
y me deslumbra, la ráfaga de viento que hizo bailar tu camisa
y tus ojos riéndose en un amago de hacer otra conquista,
cuando lo cierto es que ya me tenías colonizada
desde abril.

Convertiste mi cama en un campo de batalla y ahora
me va a tocar sufrir la pérdida y el duelo a mí.

Soy la única sobreviviente de este naufragio,
estoy cargada de papeles y lápices
que me permiten luchar de tanto en tanto.
Pero esta guerra ya viene de antes,
del poder que di a los hombres de devorar mi alma
como si fueran caníbales salvajes.


Brot - Oláfur Arnalds