26 de enero de 2019

Huesos, músculos y cartílagos

He aprendido el lugar exacto
de cada uno de mis huesos,
de los músculos, no tanto, pero
justo antes de ducharme,
me miro y palpo, diciendo
esto de aquí es el esternón.
A la séptima costilla se unen
la octava, la novena y la décima.
El sartorio es el músculo más
largo y da la vuelta a la pierna,
no, la pierna comienza de la rodilla
para abajo.
Hablemos con propiedad, Carmen, por favor.

Digamos, por ejemplo, que
cada noche me masturbo pensando en
ella y que ojalá tenerla cerca.

Digamos, por poner otro ejemplo,
que a veces me siento tan sola
que juego en Tinder e intento
no enamorarme de unos ojos,
unos labios, unas piernas y un culo
que me recuerden a ella, porque sé que
no van a llegarle ni a la B
de su nombre.

Digamos, por ejemplo, que
hostia cómo se le está yendo la cabeza
hoy a Carmen, porque qué es esto de escribir
cosas como amor y Tinder en una misma frase.

Digamos, por decir algo más, que ojalá
entiendas algún día, que sino llega a ser por ti,
ay, sino llega a ser por ti,
ya no sé ni ponerle los acentos
a palabras como tucán, teléfono o tú sabrás.

Que esto de narrar hechos, no se me da mal
si hay una oreja, un cartílago,
Carmen, hablemos con propiedad,
detrás.



13 de enero de 2019

Un poema casi inventado

Te vi bebiendo en una fuente con
manos tristes y diminutas, no, tus manos no son diminutas,
son pequeñas, y la fuente está en Francia,
desde donde me escribiste la última carta
que yo respondí y nunca volví a saber de ti. 
Solías escribir poemas demenciales sobre
ÁNGELES Y DIOS, todo en mayúsculas, 
y conociste a famosos artistas
y la mayoría de ellos fueron tus amantes,
y te contesté que muy bien,
sigue adelante,
entra en sus vidas,
no estoy celoso porque
nunca nos hemos conocido,
tuvimos una vez un acercamiento
en Nueva Orleans, a media manzana, pero nunca nos conocimos,
no nos tocamos, así que te fuiste con los famosos
y escribiste sobre los famosos, y, por supuesto,
lo que descubriste es que los famosos están solo preocupados por su fama,
no por la hermosa joven que se acuesta con ellos,
quien les ofrece esto
y que luego se despierta por la mañana
para escribir poemas en mayúsculas sobre
ÁNGELES Y DIOS.
Nosotros sabemos que Dios está muerto, nos lo han dicho,
pero escuchándote, lo dudo. Quizá sea por lo de las mayúsculas.
Fuiste una de
las mejores poetisas y se lo dije a los editores,
a los publicistas, "a ella, publicadla a ella,
está loca pero es mágica, no hay mentira en su pasión."
Te quise
como un hombre quiere a una mujer a la que nunca toca,
a la que solo escribe, de la que solo tiene fotografías.
Te hubiese querido más
si me hubiera sentado en aquella pequeña habitación
liándome un cigarrillo mientras meabas en el baño,
pero eso nunca pasó.
Tus cartas fueron haciéndose más tristes,
tus amantes te traicionaron,
chica, te lo dije en una de nuestras cartas,
todos los amantes traicionan.
Eso no ayuda.
Dijiste que tenías un banco al que ibas a llorar
y que estaba sobre un puente
y que el puente estaba sobre un río y que 
tú te sentabas sobre ese banco y llorabas
por aquellos amantes que te habían herido y olvidado.
Te respondí 
pero nunca volví a saber de ti. 
Un amigo me escribió sobre tu suicidio
tres o cuatro meses después de que ocurriese.
Si te hubiese conocido 
probablemente hubiera sido injusto para ti
o para mi.
Fue mejor así.


Charles Bukowski