26 de enero de 2019

Huesos, músculos y cartílagos

He aprendido el lugar exacto
de cada uno de mis huesos,
de los músculos, no tanto, pero
justo antes de ducharme,
me miro y palpo, diciendo
esto de aquí es el esternón.
A la séptima costilla se unen
la octava, la novena y la décima.
El sartorio es el músculo más
largo y da la vuelta a la pierna,
no, la pierna comienza de la rodilla
para abajo.
Hablemos con propiedad, Carmen, por favor.

Digamos, por ejemplo, que
cada noche me masturbo pensando en
ella y que ojalá tenerla cerca.

Digamos, por poner otro ejemplo,
que a veces me siento tan sola
que juego en Tinder e intento
no enamorarme de unos ojos,
unos labios, unas piernas y un culo
que me recuerden a ella, porque sé que
no van a llegarle ni a la B
de su nombre.

Digamos, por ejemplo, que
hostia cómo se le está yendo la cabeza
hoy a Carmen, porque qué es esto de escribir
cosas como amor y Tinder en una misma frase.

Digamos, por decir algo más, que ojalá
entiendas algún día, que sino llega a ser por ti,
ay, sino llega a ser por ti,
ya no sé ni ponerle los acentos
a palabras como tucán, teléfono o tú sabrás.

Que esto de narrar hechos, no se me da mal
si hay una oreja, un cartílago,
Carmen, hablemos con propiedad,
detrás.



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