10 de mayo de 2019

El tiempo pasará


«y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella.»


Me convertí en una hormiga
que hacía rápel de tus labios a tu mandíbula,
y de ahí, bajé hasta que no me quedó
más piel que recorrer con mis dientes y mi miel.

Entonces, di un paso atrás y miré a la tierra,
para verme reflejada en ella y saber
que ese polvo sería el último que quedaría
por volar levemente hasta posarse
en los muebles de esta habitación.

Y todo lo que vendría después, el intrincado
de pornografía belga junto con plástico y saliva,
la charla de peluches gigantes y los tres
orgasmios que nos dejaron descansando,
todo ello, dio paso a un subir sin tregua
que nos llevó hasta el cielo y aún más arriba.

Yo no soy de nadar ríos metafísicos, yo
los vuelo cual ave rapaz esperando poder
comer los pedazos que dejaste de mí misma,
y así, saber que de cada cadáver que deje
volveré a renacer gracias a todos esos trozos
que nunca quisiste para ti.


Tú que vienes a rondarme – María Arnal i Marcel Bagés

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