16 de marzo de 2014

Composiciones sueltas

Todo empezó así, una noche cualquiera donde solo se veía la luna, y por el camino nos encontramos un poco de Imitation of Life y Magic.

Cuando llegué me imaginé a tu fantasma rondando por la sala y comenzó la cuenta atrás.

 Se acabará. No es que no me importe, es que simplemente sé que lo hará. Y preferí preparar una fiesta de despedida por cada uno de aquellos días que fueron tan plácidos, ingrávidos, tan rápidos, tan fáciles, tan intrépidos, tan imbéciles… Que se marcharán. Porque recorrimos mil millones de kilómetros, para encerrarlos en aquel micro-universo, indefensos años luz de los refugios que guardan nuestros secretos. Donde derrumbaste las barreras levantadas por desastres naturales que nacieron de quedarme con lo malo del recuerdo de fantasmas. En los tiempos que faltabas.

Aunque sigo oyendo hablar de magia y efectos especiales. Sigo viendo en la distancia fuegos artificiales explotando... Sigo esperando a que tú me digas que me marche. Y ahora sólo queda la marca que ha dejado el paso del tiempo. Ciertas formas de movimiento, un recuerdo, un acto reflejo. El soplo de viento que ha unido atrevido tu olor con el mío. Los recuerdos de días que ya no nos quedan, testigos de incendios llamando a tu puerta. ¿Y qué vas hacer? ¿Correr lo más rápido que puedas?

Quedan tan lejos aquellas escenas, de patios, de heridas, de juegos de guerra. De no saber, de no pensar, de no importar, de ver estrellas. ¿Y qué vas hacer? ¿Volver a ser el que eras?

Porque será fácil cerrar los parpados, sellarlos para no tener que vernos. Lo difícil será dejar que por los poros penetren dentro. Será fácil separar la mente de los actos y olvidar a los extraños. Lo difícil será acordarnos lo que perdimos por no hacernos daño.

Y recordaremos los momentos de los magníficos excesos, de paz estática anti-gravitacional al tiempo. Pero recordar los finales no nos deja imaginar cómo sería empezar. Sólo somos animales que tienen miedo de no ser capaces de controlar... que vuelva a pasar, o que volverá a ocurrir. Esperando que si caemos lo suficiente, a base de caer y levantarnos, podamos recordar los pasos que nos llevaron a perder el centro. Y es que en esta penúltima vez que nos damos la espalda, ya cubrimos mayores distancias y es buen momento para hacer balance. Y antes de que se nos haga tarde, decirte que no, será fácil recordarte.

Pero lo voy a hacer. Digan lo que digan, lo voy a hacer. Cruzaré la fina línea y ¡Lo voy a hacer! Ya es hora de superar el miedo a lluvia. Así que deja de mirarme, sé lo que quieres. Deja de sonreír a todos, ya es suficiente. Relájate, conseguiste conquistar a todos. Relájate, ya nos tienes en tus manos. Recuérdame por qué no debo, pensar en respirar más fuerte, más hondo, más limpio, más aire fresco, y abandonar este agujero.  Porque ahora que la explosión nos dejó solo ruinas y humedad. Y ahora que todo es de un color más oscuro que dirás. Preferimos verte lejos…

Así que poneos cómodos, sentaos y escuchad vuestro futuro: Un invierno largo, un invierno gris, que va a durar, el resto de vuestras vidas. Porque si mañana no puedo ponerme en pie, al menos dime que conseguiré decir a Houston que volvemos a casa y que lo hemos conseguido.

Y es que al final, se acaba viendo dos pequeñas estrellas al lado de la Luna, y tú, dame una señal, que yo buscaré un disfraz..

No hay comentarios:

Publicar un comentario