28 de abril de 2012

Hoy

Hoy te sentí mil veces.
Por detrás, recorriendo mi espalda.
Delante, frente a frente.
Tu mirada, implantándose en mi piel,
desnudándome,
dejándome al descubierto.
Sin nada que esconder.

Hoy te sentí leve.
Aliviado en ocasiones.
Con una chispa de preocupación.
O tal vez atenuado.

Hoy ya nada es lo mismo.
Hoy todo cambió.
Hoy fue un adiós,
ahora dicho a medias
Hoy ya no me quieres,
¿cierto?

Ahora podré mirar a través de ti.
El espejo mostrando el fantasma,
el fantasma herido,
herido de amor.
¿Lo ves ahora?
Transparente, como el agua.

¿Qué esperabas de alguien
capaz de encadenar a otra persona?
Soy el posesivo en todo su dominio.
Un dominio marcado de besos,
que son silencios.
Y silencios armónicos,
fruto de miradas al alba
y a la noche estrellada.
Estrellas reflejadas de luces.
Fuegos, el fuego de un nosotros.

Un dominio marcado de susurros,
de lo que me cuentan las hadas
y lo que realmente dijiste…
E hiciste.

Y las paredes son las testigos,
testigos de las historias de esa habitación.




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