10 de julio de 2015

Mismos sentimientos, sexos opuestos

Son los bolígrafos gastados y las palabras ahogadas bajo sábanas y almohadas que no saben a nada.
Son recuerdos insípidos y traslúcidos que no me dejan ver más allá de lo que fui o he sido.

Es verle a él con su carita de: Esto me está jodiendo la vida y yo sin nada que hacer.
Mismos sentimientos, sexos opuestos.

Es tenerle miedo a leer.
Es la verdad, ya no quiero leer. No mientras me sienta analfabeta de letras huecas y autores sin nombre ni rostro ni aire.

La frase “cada vez iré sintiendo menos y recordando más” no tiene cabida sino puedes recordar.
Entonces se echa a llorar y a gritar y a rezar y yo la miro diciendo ¿cómo se puede vivir así? Ya no sabes quién eres ni por qué estás aquí.
Y los días que recuerdas, esos días te quieres morir.

Tiene que haber algo, algo donde ese ese más pese sobre este menos.
Donde salir de aquí signifique irte más lejos.
Donde pase lo que pase, nunca sople el viento.


Closed Doors - Message to Bears 

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